Zona arqueológica La Campana, Colima
Constituye junto con otros sitios, una muestra representativa de la importancia y monumentalidad de los asentamientos prehispánicos de la región.
La tradición oral mantuvo latente la información sobre la existencia de antiguas edificaciónes en estos terrenos.Sin embargo, la zona fue afectada durante mucho tiempo por los obradores de ladrillo, quienes obtenían arcilla de los edificios; saqueadores que buscaban piezas arqueológicas para comerciarlas; fue utilizada como lugar para obtener piedras para construcciones modernas, pero el daño más serio se produjo por el trazo de las calles en estos terrenos.
El sitio tiene su origen en épocas muy tempranas, hay vestigios de la fase cerámica denominada Capacha, que data del año 1500 antes de Cristo. La evidencia arquitectónica en la superficie corresponde al horizonte clásico. Su máximo esplendor, fue el periodo comprendido entre el 700 y el 900 después de Cristo. Es probable que su decadencia estuviera relacionada con los terremotos que afectaron el centro ceremonial, quedando algunos grupos asentados hasta el momento del contacto con los españoles.
La Campana es sólo una porción de lo que originalmente era un asentamiento prehispánico muy importante, cuyo nombre se supone fue Almoloya. Fue un centro de control político-económico y religioso de gran tamaño, pero en el siglo XVI los franciscanos y habitantes de la región utilizaron material extraído de las plataformas prehispánicas para sus construcciones. Como efecto de la Conquista, la población indígena perdió mucha información de sus orígenes; algunos investigadores señalan que fue un enclave de lengua náhuatl, pero se sabe que también hablan otras, de las cuales algunas pertenecían a la familia yutonahua.