5 razones por las que vale la pena ir de excursión con tu bebé

Los bebés son un regalo maravilloso, pero también para algunos significan postergar algunos planes.

Exigen que los alimentes cada 6 horas, que les cambies los pañales otras 8 veces al día y lloran incansablemente si algo les molesta. Son tan pequeños, frágiles, tan sensibles. Necesitan de nuestra completa atención para poder desarrollarse y crecer sin complicaciones.

Pero no te asustes. Ellos pueden adaptarse perfectamente a tus panoramas al aire libre preferidos y evitarte así, que quedes en casa cuidándolo mientras tus amigos van a esa impresionante excursión de la que estaban hablando hace semanas.

¿Y de qué estoy hablando específicamente? Brianna Randall, una chica de Montana, Estados Unidos, contó cómo ha sido su vida desde que nació su primer bebé. Ella y su marido son fanáticos de acampar y los deportes de aventura, por lo que Talon tendría que acostumbrarse o quedarse en casa con la abuela.

“Podemos cocinar mientras Talon golpea una olla, o tomar una siesta mientras él juega con las cremalleras en nuestra tienda. Él duerme mejor con el sonido de los arroyos. Nos hace sentir más felices, más sanos y (creo) mejores padres”.

– Brianna Randall –
He aquí las razones por las que está convencida de que es mejor traer a los bebés a las aventuras al aire libre más temprano que tarde:

1. Los bebés son livianos

Puedes llevarlos en una mochila para bebés y hasta correr con ellos a tu espalda.

2. Los bebés no hablan

No estará preguntado cada 5 minutos si llegaron al lugar de destino, ni discutirá por la ruta que elegiste. Sin duda el llanto podría ser muy tortuoso, por lo que salir a caminar por un hermoso parque o hacer un paseo en canoa por un río de aguas calmas, podrían ser los panoramas perfectos.

3. No necesita accesorios de camping

No necesitarán costosos zapatos de escalada o sacos de dormir. Les basta con su biberón, y el calor y sonrisa de su madre.

4. Pasará gran parte del viaje dormido

Es difícil resistir el movimiento de balanceo de su mamá o papá cuando van caminando. Te aseguro que apenas comiences la expedición, él estará parpadeando más de la cuenta. Sólo recuerda echarle mucho factor solar en su carita.

5. No tendrá miedo a nada

Si le enseñas desde pequeño a estar en contacto con la naturaleza, entonces será mucho más fácil llevarlo a acampar cuando comience a caminar. El pequeño ayudará a armar la carpa, se atreverá a probar el pescado que sacaron del río y que ahora está en la parrilla, y no menos importante, generará inmunidad a ciertas alergias que otros niños que pasan mucho tiempo en casa, tienen comúnmente.


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