5 razones por las que viajar te lleva a un estado mental ideal y saludable

¿Te acuerdas cómo te sientes cuando estás de vacaciones? ¿O no las tomas hace demasiado tiempo? Te sientes tranquilo, relajado, de alguna manera renovado, cargado de energías, generalmente contento, lejos del bullicio de la ciudad y de los deberes de la escuela, de la universidad o del trabajo.

Lejos de todo y en paz.

Se trata de un estado mental ideal que muchos buscamos al alejarnos de nuestras rutinas cotidianas y encontrar un destino para pasar nuestros días libres. Y es cierto, viajar fomenta una salud mental sana (y no es sólo porque estés bronceado).

A continuación te presentamos las 5 razones de por qué cuando estás de vacaciones en un lugar de tu agrado, tu salud mental florece:

1. Viajar alivia tu estrés

Siempre que te tomas un tiempo libre tus niveles de estrés bajan. Pero eso se multiplica cuando sales de tu ciudad por unos días, no importa dónde vayas, la idea es desconectarte. El efecto es tan increíble, que los investigadores que realizaron este estudio recomendaron a los empleadores ayudar con financiamiento a los empleados que en sus vacaciones no puedan salir de la ciudad. Viajar te renueva, vivir nuevas experiencias te da ánimo y te restablece.

2. Los viajes refuerzan tus vínculos familiares

Si viajas en familia, creas recuerdos compartidos. Tus hijos se acordarán de aquel viaje a la playa o a la montaña hasta que envejezcan y probablemente lo recordarán con cariño y agradecimiento. Las historias y situaciones que vivan podrán ser recordadas en grupo una y otra vez, uniéndolos y generando también momentos de risas. Incluso si estás pasando un mal momento familiar, un viaje puede ayudarte a relajar los ánimos. Además, tus hijos adquirirán las herramientas necesarias para, en un futuro, volar solos a otros destinos.

3. Viajar fortalece tus relaciones de pareja

La luna de miel no es el único viaje romántico que debieras tener junto a tu pareja, de a dos. ¡Debieran hacerlo siempre! Muchas veces el estrés y las obligaciones de la vida diaria se comen todo tu tiempo y son pocos los momentos que tienen para pasar juntos y relajados. En vacaciones hay tiempo de sobra incluso para la intimidad y el sexo, los efectos de estos buenos momentos durarán mucho.

4. Viajar funciona como un momento de epifanía

Cuando estamos atascados en un problema, una muy buena idea es alejarnos por uno días y mirar las cosas con cierta perspectiva. El estar en un lugar nuevo, viviendo experiencias desconocidas, puede ayudarte a darle soluciones creativas a tus problemas y no sentirte invadido por ellos. La distancia que tomes será física y emocional, lo que podrá llevarte a vivir una verdadera epifanía, encontrar una nueva forma de vivir más sana y en la que seas más feliz.

5. Viajar te hace apreciar lo que tienes en casa

Viajar te hace sentir fresco, tener tus sentidos más atentos a todo lo nuevo que tu cuerpo está experimentando. Esta forma de afrontar la realidad puede extenderse hasta acabadas tus vacaciones, cuando llegues a casa. Entonces, cuando subas al metro mirarás con otros ojos al resto de los pasajeros, te gustará más el café de la mañana, cuando pasees a tu perro los ruidos y olores de la ciudad te harán sentir más vivo… La idea es que, finalmente, puedas vivir en tu ciudad tal y como si estuvieras de vacaciones.



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