A pesar de viajar por el mundo, sin jefe y sin oficina, pagan un precio muy alto

Para muchos, el estilo de vida de esta nueva generación de empresarios es el sueño perfecto

A parte de ganar una gran cantidad de dinero, ellos no tienen oficina, tampoco jefes ni límites en ningún sentido. Manejan su tiempo y pueden trabajar desde cualquier lugar del mundo. Sus importantes reuniones las llevan a cabo por Internet mientras disfrutan de una ciudad increíble. Y ¿quién no querría eso?

Timothy Ferriss, autor de un libro llamado The 4-Hour Workweek (La Semana Laboral de 4 Horas) los ha llamado “New Rich” (Nuevos Ricos)

Sus vidas son sin duda la vida perfecta para alguien que sueña con ser un viajero. Tienen pocos compromisos y obviamente, una gran libertad de elección de destinos. Mark Manson es un buen ejemplo de esta nueva generación. En un lapso de tres meses, él conoció el Taj Mahal, la Gran Muralla China y Machu Picchu, además ha escalado volcanes, recorrido glaciares y visitado 17 países (este años visitará 10 más).

Al igual que muchos, él escogió esta forma de vida para vivir como nómada

¿Por qué? Porque es maravillosa la idea de utilizar Internet y automatizar negocios rápidamente para luego aprovechar un increíble lugar, acumulando así, experiencias (en lugar de bienes materiales). Este grupo de “Nuevos Ricos” está por supuesto conectado y de hecho tienen una inclinación por los mismos lugares; por ejemplo: Chiang Mai y Bangkok en Tailandia, Saigon en Vietnam, Bali en Indonesia, Cebu en Filipinas y recientemente, Medellín, en Colombia. En estos encuentran bajos costos y una excelente calidad de vida. Existen también otros lugares en los que algunos de ellos aprovechan los mercados emergentes, como: Buenos Aires, Sao Paulo, Pekín y Kiev.

Ahora, aunque esta puede ser la vida soñada (y no es raro que lo sea), Mark Manso asegura que para llevar este estilo de vida libre, hay que pagar un precio muy alto que no es monetario. El precio de la soledad

Esta extrema libertad se vive a cambio de tener una vida social algo solitaria. Todas las personas que se relacionan a través de este estilo de vida independiente y empresarial, son socios o posibles clientes. Sólo eso. Y puede haber incontables conversaciones y conexiones con estas personas, pero al final, las relación es absolutamente virtual. Además, los amigos que una vez se tuvieron, quedan de lado por los largos viajes.

Esos “amigos” que surgen de la vida de los “Nuevos Ricos” es muy fría y distante, pues a pesar de la conexión no hay un conocimiento pleno de la persona

Un empresario exitoso, en un raro momento de vulnerabilidad, recientemente escribió que se puso a llorar en un pequeño suburbio en Japón viendo a algunas familias montando en bicicleta por un parque. Se le ocurrió que este simple placer mundano era algo que él nunca podría experimentar.

Parece ser entonces, una batalla silenciosa en contra del aislamiento

Un aislamiento que va de la mano con la imposibilidad de comprometerse o tener una amistad duradera. “Se me ocurre que los nuevos ricos, a pesar de nuestros valores impresionantes, somos tan culpables del materialismo como los viejos ricos. Sólo que adoptamos una forma diferente. En lugar de una adicción a la situación y las posesiones, somos adictos a la experiencia y a la novedad. Por primera vez en tres años de viajar sin parar, quiero un hogar”, dice Mark.

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