Centro Mexicano de la Tortuga

Frente a Playa Mazunte se encuentra uno de los mayores atractivos de la zona: el Museo Vivo de la Tortuga, que exhibe todas las especies de tortugas marinas que habitan en los litorales de México; además, en él están representadas seis especies de tortugas de agua dulce y dos terrestres, también de territorio mexicano.



Este museo forma parte de las instalaciones del Centro Mexicano de la Tortuga, institución creado por un decreto del Gobierno Federal en septiembre de 1991, ante las condiciones de riesgo de extinción de las diversas especies de tortugas marinas.

El objetivo principal del Centro es estudiar la vida de las tortugas marinas, acoger a los visitantes interesados en observar en las playas el milagro de la vida de las tortugas marinas e intentar nuevas formas de desarrollo económico entre los pueblos de la Costa, acostumbrados durante siglos, a vivir de la explotación de las tortugas antes de que existieran procedimientos industriales para su captura y se hiciera obligatoria la veda.

Para el desarrollo de estos objetivos, el Centro Mexicano cuenta con áreas específicamente determinadas: de Investigación, de Difusión y Promoción, Acuarística y Laboratorio de Vigilancia.

El área Acuarística o acuario central es la de mayor atracción turística. Es el lugar de estancia y exhibición de las tortugas marinas, dulce-acuícolas y terrestres. Cada pecera, ambientada con especies de flora y fauna que atienden a las características de la especie que se exhibe, ofrece las condiciones adecuadas para procurar el bienestar de los ejemplares. Otros sitios que destacan son las Piletas de Observación de tortugas jóvenes y adultas, las Piletas de Cría, las Zonas de Incubación Natural, la Sala de Incubación Cerrada, la Sala de Usos Múltiples y el Jardín de las Cactáceas.

Las instalaciones del Centro abarcan una superficie de cuatro hectáreas. El diseño de los edificios se caracteriza por sus materiales de construcción modernos junto a los materiales típicos de la región. Cuenta con cafetería, tienda de artesanías, estacionamiento y vigilancia.

Hoy, gracias al Centro Mexicano de la Tortuga, se ha logrado que los quelonios, de ser un recurso y una riqueza natural en vías de extinción, se hayan convertido en un recurso sustentable.
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