A pesar de que nos ha tocado vivir una época dura porque hay menos “prosperidad económica”, que llaman, yo siempre prefiero quedarme con otras cosas de este momento que nos hacen –si queremos verlo- un poco más felices.
Por ejemplo, gracias a Internet y la ruptura con el tradicional modelo turístico, podemos acceder a vuelos baratos que nos permiten viajar a muchas partes del mundo no una, ni dos sino varias veces al año si así lo deseamos. Los viajes se han generalizado y creo que eso es una buena noticia. Además, con esta masificación, cada vez más, hay opciones para vivir experiencias diferentes, porque bien te acercan a los lugareños de los lugares que visitas o porque cada vez más, la gente se anima a viajar solo. Hoy os daré algunas claves para poder vivir una experiencia viajera más auténtica.
Mejor guest-house que hotel
Por norma general, el trato que se recibe de un alojamiento pequeño, bien sea un albergue o guest-house, suele ser más cercano que el recibido en un hotel. Por eso, yo creo que es una experiencia más auténtica elegir este tipo de alojamiento. Además, en destinos no-occidentales, los guest-house suelen mantener más el estilo del lugar y estar mejor integrados tanto en la estética como en la comunidad. Por ejemplo, en mi último viaje a Bali, además de que eran más baratos, las guest-houses me proporcionaban muchas veces charlas con los propietarios y muestras más detalladas de la arquitectura y el arte balinés. A continuación os muestro la cama del primer hotel donde hicimos noche en Sanur, al sur de Bali. Concretamente, se trata del hotel Abian Boga Guesthouse.
Couchsurfing
Esta red de viajeros en todo el mundo es una plataforma para que la gente preste el salón de su casa a otros para pasar la noche. No obstante, también existe la opción de acompañar al viajero para que este conozca la ciudad pero sin ofrecer un dormitorio. Al contrario, si visitas una ciudad en el extranjero tienes la posibilidad de que gente lugareña te enseñe su ciudad y te cuente detalles que de otra forma no conocerías.
Aunque no la he utilizado todavía (creé una cuenta pero no me encajó ninguno de los perfiles que vi para hacer noche en Sevilla), creo que es un buen sistema si lo que buscamos en conectar con la gente del lugar y vivir una experiencia más auténtica desde el punto de vista de conocer un sitio de primera mano. Por otro lado, para viajeros con poco dinero, es una opción económica si no se tiene reparo de entrar en una casa ajena. La verdad es que yo esta última opción, por el tipo de viaje que hago últimamente –con mi pareja-, no me encaja. Pero si no, sería un plan muy a tener en cuenta.
Hacer un tour con gente local
Aunque generalmente hago todos los viajes por libre, creo que hay ocasiones en las que merece la pena hacer tours en los diferentes países. Es una experiencia en parte más auténtica porque te permite conocer al guía –que es lugareño y que siempre tendrá anécdotas o información que contar. Y si no, se le pregunta- y este te llevará también sin duda a lugares que podrías no conocer por tu cuenta. En países lejanos, será fácil contratar una agencia en el lugar, pero también puedes buscar en alguna plataforma que te ponga en contacto con gente local. Yo por ejemplo en Tailandia lo contraté allí y fue una buena experiencia.
Viajar solo
Los hábitos están cambiando y aunque insisto, parezca que esta no es una época buena económicamente, creo que es la mejor para moverse por el mundo. Ya no es raro ver cada vez más personas dejando sus trabajos y lanzándose a la experiencia de viajar hasta que se cansen o personas que viajan solas porque no tienen compañía que satisfaga sus necesidades. Lo hacen también porque saben que seguramente se encuentren incluso gente en su misma situación. Yo hace ya bastantes años que hice un viaje de este tipo, pero conocí bastante gente que viajaba sola. Aunque la experiencia directamente no tiene por qué ser más auténtica, creo que viajar solo favorece las condiciones para que así sea. De alguna forma, nos ponemos a prueba, nos abrimos mejor a los estímulos que se presentan por el camino y estamos más abiertos a conocer a gente local o incluso viajeros. Nuestra situación nos anima a ello.
Lee/ve películas acerca del destino
Este es un consejo que muchas veces doy y pocas veces me aplico. Antes y durante el viaje, es muy recomendable leer o ver películas o documentales acerca del destino. Tendremos una visión más contextualizada de todo lo que visitamos. Si bien es cierto que yo solo lo he hecho un par de veces, os recomiendo que busquéis los autores más reconocidos del lugar o periodistas que hable de periodos de su historia, de forma que cuando veamos algunos lugares, asociemos ambas cosas y mejoremos la experiencia.
Por ejemplo, el periodista Enric González tiene una trilogía de ciudades (Londres, Roma y Nueva York) con el título ‘Historias de…’. Yo me leí el último cuando fui a la Gran Manzana y mejoró la experiencia, ya que tenía datos que de otra forma no hubiera logrado.
Este es un resumen de cosas que hacen más auténtico un viaje y os invito a probar todas ellas. He obviado otras más obvias como probar siempre la gastronomía local, perderse por las calles del destino o permitirse un día para salir de fiesta y entablar contacto con la gente local, pero también son buenas ideas.