Cuando uno menos se lo espera llegan las vacaciones veraniegas.

Numerosos padres y madres gustan de emprender sus viajes de descanso en el periodo de asueto estival, acompañados de sus hijos más pequeños. Pero viajar con bebés no es tan sencillo como podría imaginarse. Hay que tomar ciertas medidas para garantizar el bienestar del niño y el disfrute de unas vacaciones de verano sin sobresaltos.

Lo primero es seleccionar cuidadosamente el destino que se visitará. Se sabe que habiendo cumplido dos semanas de vida y bebé es capaz de viajar, siempre y cuando no sean traslados muy largos. Si se viaja en coche es aconsejable realizar paradas frecuentes para constatar que el pequeño se encuentre bien hidratado y que no tenga calor o frío. Las bruscas variaciones de temperatura pueden afectar la salud del niño, de manera que se debe tener cuidado ese punto en el marco de un viaje de vacaciones durante el verano.

Para garantizar el bienestar del infante es preferible elegir para el paseo un destino único para visitar durante las vacaciones, puesto que a los bebés les cuesta mucho adaptarse a los repentinos cambios de ambiente. Si se piensa viajar a un destino de playa, el principal problema es el tiempo limitado que el bebé puede tolerar el calor. Los niños menores de seis meses pueden sufrir dolorosas quemaduras en su piel, tan solo con el reflejo de la luz solar.

De manera que, si se piensa visitar la playa con un bebé lo más aconsejable es hacerlo hasta antes de las 11 de la mañana y luego hasta después de las 16 hrs. Es indispensable poner al bebé en la sombra, aplicarle crema de protección solar, que tenga siempre una camiseta y gorro y contar con el agua suficiente para cuidar que se mantenga hidratado.

En caso de que se elija visitar en las vacaciones veraniegas un destino montañoso, también hay que tomar medidas de protección para el bienestar del bebé. La protección solar, como en el caso de los destinos playeros, también es importante. Para ello hay que colocar una pantalla en la carreola del bebé para que no le den los rayos del sol de manera directa. También se le debe aplicar al niño crema solar y cuidar que tenga camiseta y gorro.

Se pueden realizar paseos en la montaña, pero siempre y cuando estén perfectamente organizados y que se lleve una mochila con pañales, agua, y todo lo necesario para garantizar el bienestar del pequeño