San Agustín de Las Flores es un sitio para la convivencia íntima y plena con la naturaleza, sin la interferencia de la civilización y sus presiones.
No es aconsejable este rincón oaxaqueño, para aquellas personas incapaces de abandonar temporalmente las comodidades de los espacios urbanos, no es para quienes desean tener siempre listo su baño privado. Es un auténtico santuario para gozar de manera natural y sencilla, de las costas mexicanas.
Joya del Pacífico nacional, San Agustín de Las Flores es una playa ideal para la práctica del buceo, el esnórquel y otras de las mejores variantes del submarinismo. No se espere hallar numerosos hoteles en San Agustín de Las Flores, puesto que lo más aconsejable (y acorde con su natural proyección) es hacer campamentos en la arena. Además, sugerimos llevar un garrafón de agua y alimentos suficientes, puesto que allí no hay tiendas ni restaurantes.
Otro tip provechoso cuando se acuda a San Agustín de Las Flores es llevar nuestro propio equipo para pescar. Tras haber capturado los mejores ejemplares en las aguas de este destino, pueden cocinarse para disfrutar de una rústica cena con pescado fresco y un ambiente natural inigualable.
Esta playa oaxaqueña es un sitio perfecto para aventureros y jóvenes intrépidos. Por algo es una de las bahías de Huatulco con una naturaleza más cautivadora. Es uno de los paraísos naturales que aconsejamos valorar y disfrutar más en el Pacífico Mexicano. La ruta para llegar a San Agustín de Las Flores incluye un trayecto de 20 minutos de terracería, hasta internarse en un área tropical, rústica y verde, rebosante de papayales, mangos y platanares.
Los visitantes al arribar a este destino, se encuentran con una media luna de blanca arena de origen coralino, la cual protege un gran arrecife en unas de las aguas más cristalinas de las costas oaxaqueñas.
Por lo anterior estamos ante un paraíso para los buzos y practicantes del esnórquel. Se puede pasar el día entero explorando las apacibles aguas donde los cardúmenes de peces merodean en el vasto coral, donde deambulan libremente las estrellas de mar, morenas, mantarrayas y varias especies de tortugas.
No hay que olvidar el hecho de que allí no existen hoteles, por lo cual, la única alternativa para quedarse en San Agustín es el camping. Sin embargo, esta posibilidad no es una limitante en la diversión, sino al contrario, una oportunidad magnífica para gozar de la naturaleza oaxaqueña.