A su lado, la Estatua de la Libertad de Nueva York parecería una enana. Y es que estamos hablando de la estatua más grande del mundo, el espectacular Buda del Templo de Primavera que cuya silueta se levanta poderosa desde el año 2003 en la provincia china de Henan. 

Tiene 128 metros de altura pero si incluimos el gigantesco podio en forma de flor de loto la cifra total se queda en 153 metros. Frente a ella se extiende una larga escalinata monumental que acentúa todavía más su majestuosidad. Por ellas ascienden cada día miles de visitantes, turistas y peregrinos, que quieren ver de cerca esta maravilla.

La estatua brilla gracias a su cubierta de placas de cobre para la que se usaron más de 1.100 placas y que hacen ascender su peso total a más de mil toneladas. Toda una exhibición de poder del estado chino que invirtió en su construcción más de 55 millones de dólares.

El complejo turístico cuenta además con una estación balnearia llamada Tianrui Hot Spring, donde se halla una fuente de aguas termales que fluyen a una temperatura de 60 °C. Es muy famosa en China y a las que se atribuyen prodigiosas propiedades terapéuticas.

En la base de la estatua se encuentra un templo budista donde se lee en inglés el nombre de Spring Temple, por eso el Buda es llamado también “Spring Temple Buddha”. La construcción de este Buda consiguió desbancar al famoso Buda de Daibatsu en Japón y sus 120 metros del puesto más alto del podio como estatua más grande del planeta.