Una vez que se ha decidido practicar el ciclismo de montaña- una de las actividades ecoturísticas más gustadas- lo que sigue es adquirir una bicicleta adecuada para ello.
Pero lo anterior no es algo sencillo, ya que el modelo más conveniente, depende en mucho del objetivo que se persiga como ciclista: se puede realizar esta actividad para competir, para realizar excursiones o simplemente para distraerse. Justo ello es lo que nos va a orientar acerca del modelo más recomendable para conseguir. Así pues, si bien hay innumerables marcas y modelos, para fines prácticos, las bicicletas pueden agruparse en tres grandes grupos: las bicicletas de ciudad, las bicicletas todo terreno y las bicicletas de montaña.
La bicicleta de ciudad se identifica fácilmente, por hallarse equipada con un sistema de iluminación, guardabarros, timbre, y otros elementos indispensables para conducir de manera segura y adecuada por las calles de una urbe. Las bicicletas todo terreno, por su parte, son de tipo clásico, con llantas de 26 pulgadas, un cuadro bajo y robusto, con 18 a 24 niveles de velocidad. Por lo común, esta es la clase de bicicleta que se usa para realizar excursiones. Las bicicletas de montaña, en cambio, son todas aquellas que cuentan con los más modernos implementos tecnológicos y son por lo tanto, las de mayor sofisticación y precio.
En el caso de que se elija practicar el ciclismo de montaña y comprar una bicicleta especial, para esta disciplina deportiva, hay que tomar en cuenta algunas recomendaciones: cuando se cargue el equipaje, hay que evitar pesos mayores a 20 kilos; se debe utilizar la ropa adecuada, para así cubrir el cuerpo adecuadamente y evitar las variaciones de clima que pueden experimentarse en los ambientes montañosos; hay que llevar líquido suficiente para mantenerse perfectamente hidratado, y más en el marco de un ejercicio tan demandante.
Otros consejos relacionados con el ciclismo de montaña se refieren a que, hay que informarse correctamente de los circuitos que se piensan recorrer, utilizando mapas y considerando distancias, centros de aprovisionamiento y servicios para alojarse o recibir apoyo mecánico; llevar una carpa conveniente y un buen saco para dormir, para utilizarlos llegado el caso; y finalmente, hay que llevar monedas para hacer llamadas telefónicas, tomando en cuenta que acaso se transiten por parajes en donde no exista señal de telefonía celular, ni señal de Internet. Es preciso mantener una vía de contacto, por si se requiere auxilio o apoyo.