La idea de tener Internet ante nuestros ojos que nos plantea la realidad aumentad aparece buena, pero tiene sus riesgos.
Keiichi Matsuda interpreta esos riesgos en un vídeo espectacular rodado en Colombia y titulado Hyper-Reality. En él imagina como podría ser esa tecnología dentro de unos pocos años.
La propuesta de Matsuda es divertida, pero dista mucho de ser amable. Cuando nace una nueva tecnología, todo son promesas y estilizados anuncios con cuerpos perfectos, casas perfectas e interfaces perfectas. Luego llega el marketing y se encarga de convertir esas promesas en una amalgama infernal de mal gusto, ineficacia, e insultos a la inteligencia. Internet es el mejor ejemplo de ello. En ese sentido, superponer el mundo virtual al real se convierte en una hilarante pesadilla digna de Futurama.
El vídeo lo tiene todo. Desde videojuegos estúpidos e irritantes, a absurdas llamadas de teleoperadoras, programas de puntos, publicidad en todas partes, alienación, y robos de identidad. Lo peor del asunto es que, aunque está muy exagerado, te deja la sensación de que puede ser perfectamente posible.