En nuestro país, exactamente al inicio de la primavera, miles de visitantes llegan al sitio arqueológico de Teotihuacan, un lugar colmado de tradiciones y misterios para llenarse de la llamada "energía cósmica".
El nombre de este famoso yacimiento precolombino significa en nahuatl, "donde nacen los dioses" y está ubicado en el Estado de México. Es una gran área prehispánica que se encuentra a escasos 40 kilómetros de la Ciudad de México, la más grande del mundo.
Y si bien, hasta la fecha los historiadores aún no saben a ciencia cierta quienes fueron los auténticos fundadores de Teotihuacan, se han encontrado en la zona, vestigios de culturas tan importantes como los Zapotecos, Mixtecos y Mayas.
En las vísperas del Equinoccio Primaveral, fenómeno que se presenta el 21 de marzo, este sitio recibe miles visitantes, ya que se cree que en el marco de este evento astronómico, se consigue cargar el cuerpo con una cierta energía cósmica, y es por eso que los turistas llegan a Teotihuacan, vestidos con prendas blancas, de acuerdo a una extendida costumbre.
En Teotihuacán, miles de personas acuden el evento, muchos de ellos vestidos de blanco con una bufanda roja u otros accesorios. Muchos danzan, queman incienso y cantan, pero el ritual definitivo es pararse en la cima de la Pirámide del Sol, con brazos extendidos y mirando al sol en la mañana del horizonte hacia el oriente.2 La mayoría de la gente escala esta pirámide entre las 9 am y 1 pm.3 Sin embargo, aquellos que llegan lo suficientemente temprano pueden ver al sol subir las montañas de Apan hacia el este de la pirámide del sol, con sus rayos rojos coloreando el paisaje y las ropas de los espectadores. Los cantos y otros clamores acompañan el amanecer mientras los participantes se paran con los brazos estirados.
Algunos asisten porque creen que están siguiendo los pasos de sus ancestros, al pedirle a los dioses energía y salud en este día. Algunos grupos de New Ages aseguran que en el equinoccio, el hombre se encuentra en un lugar único en el cosmos, cuando los portales de energía se abren. Se cree que subir las 360 escaleras a la cima de la Pirámide del Sol permite a los participantes estar más cerca de esta "energía".