Los islotes son formaciones rocosas que brotan del mar como pirámides o la cresta dorsal de alguna criatura mitológica que habita las profundidades abisales del océano.
El islote más alto del mundo precisamente parece esto último, pues mide 561 metros de altura (un poco más de seis veces la Estatua de la Libertad) y su base solo mide 200 metros.
No hay nada más. Solo roca brotando abruptamente del océano Pacífico, al sudeste de la isla de Lord Howe, Australia. No en vano, a este islote se la conoce como la Pirámide de Ball.
Se supone que en otra época, la Pirámide de Ball era considerablemente más alto, pues es el remanente de un volcán gigantesco de siete millones de años de antigüedad, y representa solo el 0,5% del tamaño original.
La pirámide recibió su nombre del teniente Henry Ball, quien la descubrió en el año 1788 al mismo tiempo que la Isla de Lord Howe, que forma parte del continente sumergido de Zealandia. Se cree que la primera persona que pisó la pirámide fue el geólogo Henry Wilkinson en el año 1882. Y finalmente se coronó su cima por primera vez el 14 de febrero de 1965: los héroes formaban parte de un equipo de escaladores del Club de Escalada Sydney Rock. Con todo, en 1982 se prohibió la práctica de la escalada en la pirámide, mediante una enmienda al Acta de la Isla de Lord Howe.