Honduras está considerada como un paraíso de las aves y cuenta con más de 750 especies registradas entre aves migratorias y residentes.
Una de las razones por las que existe tal cantidad se debe a que el país se ubica en el centro del continente americano y se convierte en un punto donde convergen las aves del Norte, Centro y Sur de América.
Desde la Cámara de Turismo, Canaturh, se ha informado de que muchas especies de aves de Norte América tienen su límite sur de distribución en el occidente de Honduras y más de 50 especies de Sur América encuentran su límite norte de distribución en el Oriente de Honduras.
Honduras cuenta con una enorme diversidad de hábitats lo que se traduce en igual cantidad de lugares especiales de avistamiento o Hotspot, lugares que no son precisamente selvas y que son en su mayoría sitios fácilmente accesibles, uno de esos lugares se encuentra en la zona del Lago de Yojoa que es hogar de más de 400 especies de aves, entre las que destacan el Milano Caracolero, nueve especies de rascones y el Taragón Picudo que es una especie de Motmot endémico de Centro América y que es en Honduras el lugar donde más fácilmente se le puede observar.
A lo largo del Caribe, Honduras posee más de 600 km de playas donde los hábitats y ecosistemas van desde bosques de mangles y lagunas costeras hasta bosques lluviosos y nublados, lugares donde un observador paciente puede encontrar una amplia variedad de aves, como garzas, patos, trepatroncos, colibríes, trogones y la hermosa Cotinga con su colores azul eléctrico y púrpura.
Pero si lo que buscamos son aves que no encuentra en otros sitios de la República, la zona de la Mosquitia es el sitio indicado, ahí encontraremos al mosquero rojo y diversas especies sudamericanas, además es fácil observar al Rey Zope y al Zope cabeza amarilla y, con un poco de suerte, al Rasconcito negro.
Visitando los bosques nublados usted podrá encontrar cientos de aves y entre ellas El Quetzal, considerado por muchos, como el ave más bella de las Américas y si se desplaza a los bosques de pino de las tierras altas de occidente, en las noches podrá escuchar el llamado del Búho de Bosque Nublado o el canto misterioso del chotacabras, ya en el día observará fácilmente al Tanuna o corre caminos que transita en medio de robles que han sido decorados con cientos de bellotas las que fueron colocadas por el carpintero de Ocotal.
Y no solo en los lugares de vegetación frondosa pueden encontrar maravillas, en los valles áridos del interior del país habita el Colibrí Esmeralda Hondureño, ave endémica de Honduras, que con su colores verdes y su garganta azulada son un espectáculo a la vista del observador especializado.
Si lo que desea es observar a los ‘pesos pesados’, en las costas del golfo de Fonseca se puede observar al Jabiru que es una de las aves más grande de América y en el Parque Nacional de Patuca es posible encontrar el águila más grande del mundo, el Águila Harpía.
Definitivamente que Honduras es un paraíso de las aves, país donde también puede darse el gusto de observar en solo una hora a más de 5.000 aves migratorias volando desde los humedales del sur de honduras emprendiendo viaje hacia el sur del continente.