Proponemos un maravilloso tour para descubrir las bellezas paisajísticas de las islas Lípari (llamadas más habitualmente Islas Eolie, en Italia), desde el año 2000 Patrimonio de La Humanidad de la Unesco, un viaje encantador en este maravilloso archipiélago de Sicilia entre mar incontaminado, naturaleza salvaje y volcanes activos.
La isla mayor es Lípari y su municipio engloba todas las islas excepto la de Salina. Habitadas desde la antigüedad y caracterizadas por una intensa actividad volcánica, las Lípari han sido objeto de excepcionales hallazgos arqueológicos, que se pueden admirar en el Museo Arqueológico, situado en el Castillo de Lípari, el cual surge en medio de una amplia bahía en la costa oriental, entre las dos ensenadas de Marina Lunga y Marina Corta.
No hay que dejar de hacer una visita a la acrópolis griega y a la Catedral de origen Normando. Para admirar el espectáculo de la naturaleza se aconseja una vuelta en barca entre profundas grutas, espléndidas calas, como la de Fico, escollos salvajes y magníficas playas como las de Vinci, Valle Muria, Punta de la Castagna y Capo Rosso.
Se llega de este modo a Panarea que con los islotes de Basiluzzo, Spinazzola, Lisca Bianca, Dattilo, Bottaro, Lisca Nera (del que quedan pocos restos), los escollos de Panarelli y delle Formiche (de las Hormigas) forman un minúsculo archipiélago por descubrir. La zona más turística es el barrio de San Pedro, con sus características casas, talleres y tiendas. Panarea es la isla más pequeña y menos elevada de las Lípari (421 metros en su punto más alto, el Timpone del Corvo), pero también la más antigua de todas y la que atrae mayor número de turistas por sus costas incontaminadas, sus fenómenos de erupción subterráneos y su movida nocturna.
Desde Panarea se puede hacer una excursión a la cercana Vulcano, donde, según la mitología griega, se encontraban la fragua de Hefesto, dios del fuego y de los metales. Se pueden observar diferentes fenómenos de origen volcánico: humaredas, chorros de vapor tanto en la cresta volcánica como submarinos y la presencia de fango volcánico de apreciadas propiedades terapeúticas.
Es irresistible la llamada de Strómboli, sede del volcán europeo con mayor actividad, sus espectaculares y frecuentes erupciones se pueden admirar desde el Observatorio de la Marina Militar Punta Labronzo.
Si se tiene suerte se puede asistir a la Sciara del Fuoco, o lo que es lo mismo, al descenso de la lava hasta el mar.
Se puede visitar también el pueblecito donde se atracan las barcas, San Vincenzo, con sus características casas blancas; la aislada Ginostra situada sobre la roca y accesible sólo a través de un camino de herradura y el escollo del Strombolicchio, coronado con un gran faro y nacido a partir de una gran erupción volcánica, concretamente la más antigua de las islas. Para concluir, una curiosidad: fue el director de cine Roberto Rossellini con su película Stromboli, Tierra de Dios (1949) quien dio a conocer esta isla y la rareza de sus paisajes al resto del mundo.
Una día entero iría dedicado a Salina, la segunda isla por extensión y la que acoge los picos más altos del archipiélago, uno de los cuales alberga un bellísimo bosque de helechos (La Fossa delle Felci) y que precipita sobre las espléndidas playas como la de Pollara.
También es de obligación una visita a la casa en la que se rodó 'El cartero y Pablo Neruda' de Massimo Troisi y probar el famoso granizado local.
Las últimas etapas del itinerario nos conducen a las islas más pequeñas y características del archipiélago: Alcuidi y Filicudi, las más occidentales del archipiélago y completamente sembradas de cráteres de volcanes inactivos, con estupendos paisajes salvajes y fondos marinos.
En Filicudi se puede admirar la famosa Gruta del Buey (Grotta del Bue) y los característicos, por sus inusuales formas, farallón de La Canna (de 85 metros de alto) y escollo de La Fortuna. La silenciosa y tranquila Alicudi (está prohibido circular con el coche) es la isla más virgen e incontaminada y en ella se pueden descubrir increíbles escenarios mediterráneos, como el escollo de la Galera.
ES INTERESANTE SABER QUE'
Se puede acceder a las islas en cualquier momento del año a través de un hidroala o ferry que parte de algunos puertos sicilianos, calabreses y campanos. Distintos ferris comunican las islas entre sí. Dentro de los territorios isleños es preferible moverse en bicicleta o en motocicleta (se pueden alquilar fácilmente).
A parte del Parque Natural de Strómboli, ninguna otra área está protegida por especiales formas legislativas, pero el encanto enorme de este archipiélago exige el máximo respeto para conservar su naturaleza terrestre y marina con la belleza inmensa que hoy nos ofrece.
En lo que respecta a la gastronomía, el protagonista de las recetas liparianas es el pescado, presente en todos los platos: pescado a la brasa, spagueti a la strombolana con alcaparras, pasta con erizos de mar, caponata eoliana, tortilla de espátola. Hay que probar la famosa ensalada de naranja, limón y pez espada al aroma de alcaparras, sin olvidar los Mulincianeddi chini, las albóndigas de berenjena, las alcaparras, tomates, guindillas y las frittelle con la ricotta típicas de Vulcano. Para beber, la Malvasía de Lípari.
MANIFESTACIONES FESTIVAS QUE NO HAY QUE PERDERSE
En Lípari: el "Festival Internacional del Folklore", con artistas provenientes de todo el mundo; la tradicional fiesta de San Cristóbal en la fracción de Canneto; la fiesta de San Bartolomé patrón (agosto), la más importante del archipiélago con procesiones, mercados y fuegos artificiales.
En Salina: la "Feria de la alcaparra", el primer domingo de junio, en la fracción de Leni; el 7 de agosto, la sugestiva procesión de barcas, entre cantos populares y juegos de luz en honor de San Gaetano.
En Strómboli: en la fracción de Scari, en julio, las celebraciones en honor de San Vincenzo.
En Filicudi: en agosto 'Filicudi entre mito y leyenda', con un cortejo de barcas decoradas festivamente dirigido hacia la gruta del Buey Marino, con quioscos improvisados y numerosos grupos musicales.