Las vacaciones de verano hacen que muchas personas se ausenten de sus hogares durante varios días e incluso semanas.
Por otro lado, buena parte de los viajeros seleccionan un lugar vacacional que no han visitado anteriormente, efectúan largos traslados por carretera o usan otros medios de transporte. También se hospedan en centros de alojamiento rodeados de personas que no conocen. Todo lo anterior se relaciona con que dejar la rutina por un tiempo, coloca ciertas circunstancias al azar. Por todo ello, les ofreceremos algunas recomendaciones para tener mayor seguridad en las vacaciones de verano.
Dejando el hogar en el verano
Algunas de las prácticas más eficientes para proteger el hogar propio durante las vacaciones de verano, es instalar un sistema de alarma que se observe desde la fachada; complicar el acceso al domicilio, y también dar la impresión de que la vivienda no se encuentra sola. Otro consejo pertinente es que la alarma que sea instalada en el hogar, esté conectada a una central receptora de esta clase de alarmas. Los accesos al domicilio deben dejarse perfectamente cerrados antes de iniciar la travesía y es preferible que no haya demasiada vegetación alrededor de la casa, que le permita a los merodeadores ocultarse.
Si se dejan encargadas las llaves a con algún vecino, conocido o pariente, debe ser alguien de total confianza para no padecer robos o daños en el hogar.
Seguros en el destino turístico deseado
Pero quienes emprenden el viaje vacacional veraniego también deben de tomar algunas medidas de seguridad que les posibiliten gozar de su experiencia turística sin sobresaltos. Por ejemplo, si se viaja en un coche particular, a lo largo del trayecto no hay que detenerse si no es indispensable, ni subir a desconocidos al vehículo. Tampoco es aconsejable viajar con objetos muy valiosos y no dejarlos en el interior del coche.
Si en cambio se viaja en transporte público, es indispensable poner atención en el equipaje, sin perderlo de vista en las escalas que se realicen ya sea en autobús o avión. Nunca deben facturarse a nombre propio a bultos que pertenecen a desconocidos y tampoco hay que viajar con enormes sumas de dinero en efectivo.
Si se utiliza como medio de alojamiento un hotel, hay que aprovechar el servicio de caja de seguridad para poner a buen resguardo los objetos de valor y cerciorarse que las ventanas y las puertas de la habitación reservada queden cerradas cada vez que se salga de ella para ir a la playa o algún otro lugar turístico.