Jaureguiberry fue proyectado hace más de siete décadas como un enorme parque balneario, donde la belleza de su boscoso ambiente y se combina con playas hermosas en la Costa de Oro.
Es el último balneario del Departamento de Canelones, con costas sobre el Río de la Plata, ya muy próximo al Océano Atlántico y a lo largo del Arroyo Solís, el cual delimita los límites con Maldonado.
Desde sus primeros tiempos, este balneario se ha manifestado como un área de preservación ecológica, elegido por los turistas en busca de un oasis de quietud y ambiente puro. La pesca deportiva y el ecoturismo son las diversiones predilectas de quienes pasan sus vacaciones en Jaureguiberry.
Escasos sitios en Uruguay mezclan de manera tan atractiva las opciones ecoturísticas y la costa. Jaureguiberry fue pensado como un enorme parque balneario a las orillas del mar. A finales de la década de 1930, sus más de 1000 hectáreas de vacío arenal fueron objeto de arduos trabajos de forestación, con cientos de plantas exóticas. En la actualidad, sus más de 400 habitantes tienen como objetivo principal, la conservación de este santuario silvestre.
Qué visitar en Jaureguiberry
La playa de “Jaure” tal y como de nombran de manera familiar los residentes del balneario, es de las más hechizantes de la Costa de Oro. Lo anterior se explica por su proximidad con el Océano Atlántico ya que, como hemos mencionado, se trata de la última playa de Canelones, justo en los límites con el Departamento de Maldonado. Zona de mar abierto, posee un oleaje intenso, recomendable para el surfing, así como también, vastas extensiones de blanca arena y médanos firmes que definen el panorama costero. Como marco esplendoroso de este entorno impresionante, los azulosos cerros de Piriápolis.
En el balneario que les recomendamos los deportistas acuáticos sienten que se localizan en pleno paraíso. No solo porque tienen a su disposición del propicio oleaje de Río de la Plata, sino además, porque cuentan con las apacibles aguas del Arroyo Solís Grande (el cual también tiene una estupenda playa). Este último caudal desemboca en el mar deparando los Canelones de Maldonado. Allí aparece un diminuto puerto deportivo, ideal para quienes desean efectuar expediciones de pesca. Las excursiones hasta el otro extremo del arroyo, donde aparece el Balneario Solís, son algo imperdible cuando se visita Jaureguiberry. La desembocadura del Arroyo Solís es un sitio excepcional para la pesca deportiva, puesto que allí se pueden capturar com facilidad especies como la sardina, el burel, el pejerrey, el lenguado y corvinas.
La naturaleza todavía se experimenta pura y limpia en esta parte del territorio charrúa, incluso en los frentes de las viviendas, construidas en espacios sombreados y agrestes. Las calles son de tierra y hay algunos cuantos comercios que abastecen a los turistas con los servicios esenciales. Uno de los proyectos turísticos más destacados de la región es el llamado Pueblo Suizo, un balneario pequeño pero cautivante, que se encuentra en el kilómetro 77,500 de la Ruta Interbalnearia. Allí los visitantes hallarán cómodos bungalows y un restaurante de comida suiza-alemana abierto todo el año.
Cómo llegar a Jaureguiberry
El ingreso principal a Jaureguiberry se da en el kilómetro 79 de la Ruta Interbalnearia. Es importante señalar que en el interior del balneario la máxima velocidad que se permite es de 30 kilómetros por hora y además, no se puede acceder con vehículo alguno a la playa.
Información relevante acerca de Jaureguiberry
La zona donde desemboca el Arroyo Solís Grande, con su intenso caudal, forma en Jaureguiberry hondos bancos de arena, los cuales, con buen swell, derivan en olas enormes, tanto derechas como izquierdas. Y si bien el oleaje de Jaureguiberry es de menor tamaño que los de otros departamentos como Rocha y Maldonado, es un sitio muy visitado por los aficionados al surf, cuando las circunstancias son adecuadas, por su proximidad a Montevideo.
Actividades a realizar en Jaureguiberry
Entre los meses que van de diciembre a febrero es cuando más visitantes llegan a Jaureguiberry. Pero aun en estos días, la tranquilidad del ambiente no se ve perturbada. La temperatura templada del otoño y la primavera son excelentes para los recorridos ecológicos en ambientes solitarios. En invierno, en cambio, son aconsejables las caminatas por los parajes boscosos del lugar.