En las ciudades mayas que actualmente conocemos, los edificios y estructuras de mampostería que existen suman cientos, y varios de ellos son un ejemplo patente de la grandeza que tuvieron aquellas urbes precolombinas.
Las estructuras que podemos contemplar en el presente están integradas por elementos organizados de acuerdo a un conjunto de normas bien definidas. De manera general, el modelo constructivo está integrado por una base, y dos paramentos, uno inferior y uno superior. Todo ello se articulaba con gran meticulosidad: cada detalle y las proporciones de cada parte de los edificios -molduras, vanos y paredes- estaban planteados y ensamblados con gran cuidado, para así conseguir un conjunto de gran armonía.
Los mayas levantaron numerosos edificios, desde sencillos recintos sobre sólidas plataformas, hasta grandes pirámides escalonadas y templos de pequeño tamaño, muchos de ellos con adornos de cresterías. En estas construcciones las habitaciones son bastante pequeñas y los techos están integrados por falsos arcos, lo cual es una característica particular de la arquitectura de los mayas. Los edificios separados del conjunto principal de estructuras no son habituales. Por lo general, las estructuras estaban integradas a grandes complejos: cuadrángulos, conjuntos de templos y acrópolis.
Así también, la mayoría de las grandes edificaciones de los mayas incluían motivos decorativos, ya fueran pintados o labrados, o bien combinaciones de ambas variedades, tanto en los interiores de los edificios como en los exteriores. Se puede afirmar que buena parte de los monumentos mayas tenían un doble cometido: por una parte fungían como centro de reunión para dinámicas sociales y de culto bien específicas, y por otra parte, exhibían contenidos y ordenamientos simbólicos en sus colosales fachadas esculpidas, con importantes mensajes de tipo cosmogónico.
Los estilos arquitectónicos más relevantes y patentes en las antiguas urbes mayas son: el estilo chenes, el estilo Costa Oriental (
Tulum), estilo Noroccidental (Palenque), estilo Petén Central (Tikal), estilo Planicies Nororientales (Chichen Itzá), estilo planicies Noroccidentales (Dzibilchaltún), estilo Puuc (Uxmal y Labná), estilo Río Bec (Chicanná y Xpuhil), estilo Sudoriental (Copán) y estilo Usumacinta (Yaxhilán).
Cada uno de los estilos de la arquitectura maya tenía rasgos perfectamente definidos, como por ejemplo, el chenes, con sus edificios de fachada triple y máscaras zoomorfas alrededor de las puertas; el Petén central, con pirámides de pendiente muy pronunciada y complejas ornamentaciones de estuco, y el estilo Río Bec, con sus enormes complejos de torres gemelas, cuyas partes más altas incluían estructuras tipo templos.