La magia de viajar solo
Una idea muy descabellada para algunos, pero que miles vivimos de una forma que nunca podremos describir con precisión
No sé cuándo es el momento, la razón exacta o la respuesta a los momentos de nuestras vidas que son los que nos guían a pensar, a desear y a buscar con toda el alma la idea de viajar solos.
Quizás sea un poco irracional para algunos ya que cosas como el peligro, el ser joven, el ser débiles, el dejar nuestros trabajos o el tomar decisiones estúpidas, surgen en la mente de una gran cantidad de personas al escucharnos decir “voy a viajar solo(a)”. Y bueno, a nosotros también nos surgen miedos e inquietudes, no somos de piedra.
Y es que la sociedad siempre nos ha invadido con una idea de universidad o trabajo que no se puede abandonar, así como también ese miedo a dejar a nuestros seres queridos. Dicen que hay prioridades con las que tenemos que cumplir, pero, ¿qué pasa con los temas como el descubrimiento personal, la alimentación del alma y el aprendizaje cultural? Esas son cosas que no se ven en clases, sino que solo se viven. Y es que lamentablemente nuestra superación personal, los aprendizajes de la vida y su verdadero significado, o simplemente la loca idea de escapar, no son temas que tienen la atención o la importancia que quisiéramos.
El comienzo de la idea de emprender este tipo de viajes varía de persona en persona pero una cosa es segura; te cambia por completo, te define, te transforma. Tan solo en ese momento en el que te encuentras en esa sala de espera en el aeropuerto, no solo se abre la puerta de embarque, sino que un sin fin de puertas más que esperan por ti. El mundo que desconoces está por enseñarte lo bello que puede ser si tan solo te atreves.