Creo que ya lo he advertido en anteriores ocasiones: me gusta clasificar y me gustan las listas.
Por eso, habitualmente antes de viajar a un destino busco 'lo mejor de'', 'la mejor playa de'' y al volver siempre me planteo que es lo que más me ha gustado de un sitio. Este año, en mi viaje al Algarve así lo hice y me fui con la que se considera la mejor playa del Algarve (y por extensión, seguramente de Portugal) en mi cabeza: la Playa Da Marinha. Además, otra chica que se venía y a la que por entonces no conocía mucho, iba con la misma idea que yo. ¿Coincidencia? Amigos, yo no creo en las casualidades.
Además, puedo decir que recorrimos muchas playas, tanto de Lagos, como de Sagres y otras entre Armacao de Pera y Portimao, y sin duda y personalmente, por supuesto, la que más me gustó fue esta. De hecho, otro compañero de viaje prefería por ejemplo la que conocimos en Sagres (playa do Tonel), porque estaba menos masificada y era más salvaje. Para gustos'
Pero desde luego, a mí fue esta la que más me gustó. ¿Por qué? Por su originalidad, su belleza, su abrupto paisaje, su naturaleza, sus grandes rocas, sus vistosos colores amarillentos y sus aguas claras. En la foto que inicia el artículo os podéis hacer una idea de cómo es y descubrir todos los atributos de los que hablo.
Esta playa está situada entre las localidades de Armacao de Pera y Portimao, en una zona donde el mar ha recortado profundamente las rocas y las playas aguardan entre grandes peñones. De hecho, en muchas de ellas hay carteles que advierten del peligro de que se derumben nuevas partes de la roca. Toda esta zona de costa es muy abrupta en este sentido. En la Playa Da Marinha hay que bajar un paseo algo empinado, razón por la cual creo que no estaba tan masificada. El día que yo fui, en pleno agosto, no estaba ni mucho menos muy llena. Entiendo que porque las familias no ven cómodo tener que hacer todo el trayecto con los niños y que pueden considerarlo algo peligroso.
Hay que tener en cuenta que estamos en el oceáno Atlántico, por lo que el agua está fría, pero comparada con otras zonas como Sagres, donde parecía que el agua cortaba, este agua es más o menos, llevable. Tiene un color verdoso muy típico de la zona y dependiendo de lo tranquilas que estén las aguas, está cristalina también. Un placer en todos los sentidos esta playa, que estuvo a la altura de las expectativas y hoy guardo en mi memoria como la mejor playa del Algarve.