Mali está lleno de nombres míticos que nos hacen soñar con tiempos de caravanas y grandes imperios.
Uno de esos nombres es Tombuctú. La ciudad a la que llegaba y desde donde partía el comercio del África occidental es un monumento medieval y uno de los principales lugares que ver en Mali.
Asimismo, merece la pena contemplar uno de los grandes monumentos del país, la gran mezquita de Djenné, y callejear entre sus casas de adobe llenas de adornos árabes y minaretes. En las inmediaciones se puede visitar Jennéjeno, yacimiento arqueológico que supuestamente fue el primer asentamiento urbano de Mali y de toda África. Para visitarlo, es especialmente recomendable viajar a Djenné en lunes, coincidiendo con el mercado semanal que aporta a la visita un enorme colorido y dará oportunidad al viajero de poner a prueba sus habilidades comerciales.
Imprescindible será, también, hacer senderismo por el País Dogón y sus montañas. Para descansar, visitar alguna de las aldeas de la zona de Youga. Begnimato, en la meseta, ofrece espectaculares vistas de la región. Asimismo, la ciudad de Gao, en medio del desierto, es otra de las joyas de Mali: en sus inmediaciones se puede visitar la duna rosa de Koyma y, algo más al suroeste, el monte Hombori, la cima más elevada del país.
Contrastando con las zonas más desérticas, la zona bañada por el río Níger tiñe de azul las tierras menos áridas del sur del país. Una de las actividades que vale la pena realizar es navegar por este río, el más importante de África Occidental, en una embarcación tradicional llamada pinaza, conociendo las distintas etnias que conviven en el país. Los Fula o los Bozo son sólo algunos ejemplos de tribus que siguen conservando sus antiguas tradiciones.
Asimismo, otro destacado punto de interés que ver en Mali es Mopti, una de los puertos fluviales más importantes del país, donde poder visitar el mercado y la fábrica de piraguas. Conocido como la Venecia africana, la ciudad está repleta de canales al encontrarse en la confluencia de los ríos Níger y Bani.
Casi inevitablemente, los viajes a Mali incluirán la visita a Bamako, la vibrante capital del país. Esta ciudad cuenta con estimables restaurantes, algunos buenos hoteles y una estimulante vida nocturna gracias sobre todo al carácter amigable de sus habitantes y a la estupenda tradición de música tradicional africana que posee.
Otra ciudad importante es Segou, la tercera localidad más grande de Mali. ??sta conserva restos de la época colonial en estilo neo-sudanés y tiene un importante puerto y mercado. El primer fin de semana de febrero se celebra, cada año el "Festival sur le Níger" con un importante cartel de conciertos, películas y teatro. Del mismo modo, otro acontecimiento cultural importante en Mali es el "Festival au Désert", que se celebra anualmente en la población de Essakane, a 65 Km al norte de Tombuctú. Este gran festival aúna muestras de la cultura popular, artesanía y música de Mali y de los Tuareg.
El principal patrimonio de Mali es el color y la alegría de sus gentes. El bullicio de sus mercados, la amabilidad y sencillez de sus habitantes son uno de los mejores recuerdos que nos llevaremos de este país.