Situada aproximadamente a 60 Km.
al sur de la ciudad de Hermosillo por la carretera internacional rumbo a Guaymas, constituye uno de los principales atractivos para el visitante nacional y extranjero, ya que en él se encuentra una exhibición de Arte Rupestre sin paralelo hasta la fecha en el Estado de Sonora.
Enclavada en el extremo norte de una serranía que tuvo mucha resonancia en los siglos pasados, ya que fue el lugar donde se refugiaban partidas de indígenas seris, pimas y yaquis, ante el empuje de las armas españolas. En esos tiempos, era conocida con diversos nombres, siendo los más usuales: “Macizo del Cerro Prieto”, “Sierra Libre” o más recientemente “Sierra Prieta”.
La conformación geológica del Macizo Montañoso de la “Sierra Prieta” da lugar a la formación de abundantes depósitos de agua, los que invariablemente la conservan todo el año. Igualmente, son muy numerosas las cuevas y abrigos que fueron utilizados como sitios de habitación, de reposo para sus muertos, individuales o colectivos y santuarios donde grabaron numerosas manifestaciones de su arte.
|
Concentrando más de 2000 pinturas rupestres las cuales han sido investigadas por años y con base a comparaciones con otros vestigios y culturas, se deduce que están relacionadas con la llamada “magia de caza” o “simpática” y ritos de fertilidad. Ahí fueron plasmadas diferentes figuras, algunas de animales y humanos, artísticamente trazadas en colores amarillo, negro, ocre, naranja o blanco. Estos colores son la mayoría de origen mineral, consistentes en óxidos de hierro y tierras calizas.
Los artistas de esos tiempos estaban convencidos de que al reproducir la imagen se podía controlar la vida y la muerte de lo que representaba. Por esta razón muchas veces los animales estaban dibujados con flechas en el cuerpo; así creían tener asegurado el éxito de la futura cacería.
Otros dibujos estaban relacionados con la proliferación de la caza, como las hembras preñadas o animales machos siguiendo a las hembras. En “La Pintada”, abundan las representaciones de cérvidos, burros y venados que debieron constituir su presa principal.