¿Sabías que planear los viajes ayuda a evitar el estrés? Síntomas de este mal son la irritabilidad, la inquietud, o las dificultades en mantener sanas relaciones con la familia y con las personas en general.
Planificar con el tiempo necesario un viaje, así como también, tener una afición, o bien, fomentar una abierta comunicación con un grupo social, evita padecer el estrés en las vacaciones. Tales han sido algunas de las recomendaciones ofrecidas por la Unidad del Viajero y el servicio de Psicología del Hospital Sanitas CIMA de Barcelona. Todo ello como parte de la redacción de un manual con sugerencias para evitar el estrés estacional.
Y es que, los eventos de angustia, ansiedad, y estrés en las vacaciones, ocasionados especialmente por los cambios que implica este periodo con relación a la rutina cotidiana, hacen que sea imposible que se descargue la tensión a través de los medios normales. Por lo consiguiente, dedicarle más tiempo a las relaciones sociales y familiares; planificar las vacaciones; cambiar nuestro domicilio e incluso nuestra ciudad de residencia; visitar destinos por completo desconocidos o evitar la dependencia excesiva al trabajo, ayuda por supuesto, a combatir el estrés.
Por otro lado, los entornos de crisis favorecen las acumulaciones de miedos y tensiones que implican un nocivo desgaste emocional, y que pueden desencadenar episodios de estrés, o malestar, en el marco de unas vacaciones. De acuerdo a los especialistas, el estrés estacional puede manifestarse de manera moderada o leve, con señales claras como la irritabilidad, inquietud, o las dificultades para sostener sanas relaciones sociales o familiares.
El estrés tiene consecuencias graves en el estado físico, como por ejemplo, problemas digestivos, complicaciones para conciliar el sueño, cansancio, dolores de cabeza y mareos. Por todo lo anterior, los estudiosos han aconsejado planificar un viaje vacacional con el tiempo necesario, establecer límites con el trabajo a realizar, no abusar de las nuevas tecnologías, tratar de normalizar los cambios, en la medida de lo posible, propiciar la comunicación con la pareja, y los amigos, así como seguir una alimentación balanceada, dormir ocho horas invariablemente, practicar algún método de relajación y tratar de que el retorno a casa se realice de modo gradual.
Los viajes deben ser siempre motivos de alegría y emociones, de descubrimientos y diversión, nunca de lo contrario: conflictos, molestias y situaciones proclives al estrés. Por ello resaltamos la importancia que tiene planificar con el tiempo indispensable los viajes, para evitar situaciones de estrés y complicaciones para la salud.