Pomoná, Tabasco

El más imponente de los templos al dios Kin en la cuenca del rio Usumacinta

Se levanta sobre varios montículos que servían de punto de separación a dos aéreas geográficas muy diferenciadas, regidas ambas por el curso del río Usumacinta. Esta región, la llamada provincia del Usumacinta, agrupaba, en territorio tabasqueño y sobre llanuras sedentarias que llevan el río hacia el Golfo de México, las ciudades mayas de Moral Reforma, Santa Elena y San Claudio; y en el estado de Chiapas, en un paisaje más abrupto, atravesando valles y montañas, a otras muchas ciudades, entre las cuales sobresalen Palenque, Bonanpak, Yaxchilan o Piedras Negras.

La región alcanzó su apogeo en el Clásico Tardío (600 a 900 d. C), como demuestran los estudios de campo realizados entre 1986 y 1988, en los cuales se acredita su relevante posición en el año 692 d.C. Uno de estos textos jeroglíficos señala que Pomoná estaba aliada con Palenque y que en el año 790 d.C. se enfrentó y fue derrotada por la ciudad de Piedras Negras, en Guatemala.

Por otro lado, la calidad de su tierra (de aluvión) facilitó las explotaciones agrícolas, de las se han encontrado bastantes evidencias que muestran que los mayas de esta área utilizaban técnicas avanzadas, como terrazas y campos levantados.

Pomoná es un asentamiento al que los arqueólogos califican de "tipo disperso". Entre cima y cima de las colinas -donde se sitúan los conjuntos monumentales-, media una distancia considerable y hay muy poca densidad de construcciones entre ellas. En todo caso, el yacimiento arqueológico está compuesto por seis conjuntos arquitectónicos importantes, junto con algunas áreas habitacionales que se distribuyen en cerca de 175 hectáreas situadas sobre el margen derecho del arroyo Pomoná, pequeño afluente del río Usmacinta.

De los seis conjuntos arquitectónicos, sólo uno de ellos ha sido explorado y consolidado, el situado en extremo norte o Conjunto I, conformado por 13 edificios localizados en tres de los lados de una plaza de planta rectangular.

El Centro de esta plaza está dominado por un altar bajo, al que se accede por cuatro escalinatas con alfardas, una por fachada, cuyo primer cuerpo tiene forma de talud, mientras que el segundo está formado por un tablero con ricas molduras.

La Plaza Central agrupa además los Templos V, VI y VII, compuestos todos por el mismo esquema: un basamento con escalinatas coronado con un templo cubierto por una bóveda.

En el lado norte destaca el Templo I, una pirámide de siete cuerpos escalonados, cuya ascensión recompensa al visitante con un precioso panorama.

No obstante, el edificio más interesante de Pomoná es el llamado Templo IV, constituído por un basamento escalonado que conduce en la parte superior a un templo donde destacan las alfardas labradas, las cuales están formadas por cuatro tableros que representan al dios Kin, el Sol. Además, en la sección superior se han encontrado los arranques de los muros que formaban el templo, dos crujías y tres vanos de acceso cubiertos por una bóveda maya o arco falso. En su interior también se descubrieron tableros escultóricos representando a personajes ricamente ataviados, con inscripciones jeroglíficas.

El museo de sitio, pequeño pero muy bien organizado, muestra, además de los objetos recuperados durante las exploraciones, una colección de piezas que sintetizan los hallazgos arqueológicos realizados en esta región. La colección cuenta con 120 piezas arqueológicas, entre las que destacan las estelas, los tableros y la museología sobre la vida cotidiana de los mayas. Sobresalen los bajorrelieves en piedra caliza de la “Lápida del escribano", una estela y un busto representando a sendos dignatarios no identificados, un mascarón del dios Sol-Jaguar del inframundo, la figura de un anciano con barba y gorro, y otros objetos, por ejemplo, unos curiosos cuchillos de pedernal.

{{Descubierto accidentalmente en 1959 por un grupo de campesinos durante una inspección de tierras para uso agrícola, la zona arqueológica de Pomoná está situada al oriente de tabasco, a unos 250 kilómetros de Villahermosa y unos 40 de Tenosique de Pino Suárez.
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Algunos consejos útiles en tu visita

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Cómo llegar
La zona arqueológica se localiza a unos 249 km. de Villahermosa, por la carretera 186 Villahermosa-Escárcega; a 20 km. de Playas de Catazajá, se desvía a la derecha tomando la carretera estatal que pasa por Emiliano Zapata y se continúa rumbo a Tenosique. Después de recorrer 45 kilómetros se encuentra a la izquierda la desviación que llega a la zona arqueológica.
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