Por fin: botas que no ocupan toda la maleta

Las acampadas siempre presentan el mismo problema: las botas.

Está claro que uno se las tiene que llevar aunque no vaya a escalar un risco porque necesita ambas manos y fumar en esa situación es harto difícil; da igual, en algún momento pasado de su vida se compró esas botas y tiene que darles uso.

Tampoco se las va a llevar puestas porque, hey, una acampada es una fiesta de pijamas al aire libre, y las zapatillas de andar por casa son tan obligatorias como la linterna sin pilas (da igual que la revises antes de salir; cuando llegue el momento de necesidad las pilas estarán agotadas).

Así que hay que meter las botas en la maleta. Y por más que hagamos un diseño sobre plano para que ocupen el menor espacio posible, la verdad es que necesitan la mitad de la mochila para ellas. Así que estas botas retráctiles (a falta de una palabra mejor) son una solución maravillosa.

Comprimen su tamaño y pasan a ser dos bolas que podemos llevar colgando de la mochila o del retrovisor, porque son bolas y la naturaleza dicta que tienen que colgar y ya está.
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