Los tiempos han cambiado y atrás quedaron aquellos días en los que los viajes de Lunas de Miel simbolizaban quedarse encerrados en la habitación de un hotel haciendo cosas privadas.

Son tradiciones antiguas que ya no se repiten tanto. Las parejas tienen ahora un largo recorrido realizado en conjunto y los viajes de Lunas de Miel se utilizan para otras cosas. También hay pasión, algo que no debe faltar, pero por regla general las parejas optan por la aventura, por obtener recuerdos imborrables y por dejarse llevar por experiencias totalmente distintas.

Pero aunque seamos una pareja consolidada nunca está de más que tengamos en mente una serie de consejos que seguro que nos vienen muy bien. Y esto es de algo de lo cual hablaremos en los próximos días bajo distintos puntos de vista. El tema principal es viajar en pareja sin acabar tirándose los trastos a la cabeza, algo que es recomendable por todos los medios posibles, dado que a nadie le gusta estropear las vacaciones y, mucho menos, una relación.

Vamos a comenzar recomendando la organización. Este es un punto fundamental en todos los viajes en pareja. Cuanto más organizados viajemos, más problemas evitaremos. No hablamos de contratar viajes organizados, porque eso sí que es muy de los 80, sino de tener una organización personal planificada.


Por ejemplo, saber cuánto presupuesto tenemos al día disponible para comer, para ocio y para otro tipo de compras. Si contamos con un presupuesto definido y jugamos con él a lo largo del día evitaremos problemas de dinero. Y como ya sabéis, el dinero es uno de los problemas que más discusiones generan entre las parejas, tanto entre las nuevas como entre aquellas que ya se han consolidado. Lo mismo hay que decir de los planes. No es nada recomendable llegar a un país nuevo y preguntarnos “¿Qué hacemos ahora?” Porque podemos acabar gritándonos el uno al otro y perdiendo el tiempo. Por suerte, las guías de viajes existen para algo.

Antes de irnos de viaje es mejor que hagamos un listado de cosas que nos gustaría ver o visitar, así estaremos a salvo de enfrentamientos. Esto también nos ayudará a hacer reservas de actividades o espectáculos por si no queremos perdernos nada interesante del lugar que visitamos. Como último consejo no queremos olvidarnos de la comunicación. Quizá no hayamos viajado mucho en pareja o nos hemos olvidado de las formas adecuadas de hacerlo. Comunicarnos con nuestro cónyuge es fundamental, incluso para los más pequeños detalles sobre dónde comer cada día. No demos por sentado que sabemos lo que quiere nuestra pareja porque eso nos podría provocar graves consecuencias.