Nunca pasa nada pero a veces, sí pasa.
La experiencia me dice que por tranquilo que sea un destino, la seguridad nunca es plena. Desde el momento en que uno se decide a salir de casa, SIEMPRE hay riesgos.
¿Quién me iba a decir a mi que mi visita a México iba a coincidir con la llegada de la gripe A?
¿Quién me iba a decir que durante mi fin de semana en Yorkshire (Inglaterra) iba a entrar en erupción un volcán en Islandia?
¿Quién me iba a decir a mi que hace ya unos años que mi viaje a La República Dominicana iba a coincidir con el estallido de guerra de Haití?
¿Quién le iba decir a Isa que su deseada escapada a la “segura” Nueva York iba a coincidir con los atentados contra las Torres Gemelas?
¿Quién le iba a decir a Juan que su viaje por negocios a la India iba a coincidir con la ola de atentados de Nueva Delhi?
¿Cómo iba a pensar Ana que durante su luna de miel en Phuket (Tailandia) iba a surgir un Tsunami?
El caso es que los imprevistos existen.
Por tanto, como nunca se sabe lo que puede pasar, mi consejo es que vayamos a dónde vayamos procuremos ser lo más prudentes posible. Es importante tomar siempre ciertas medidas se seguridad. Como diría un boyscout: “mejor estar siempre preparado por lo que pudiera pasar”.
Yo, al menos, esto es lo que procuro hacer siempre que salgo de casa:
1- Dejo siempre información sobre mi viaje a algún familiar con detalles sobre el itinerario, fechas, ciudades a visitar, hoteles en los que me voy a alojar…
2- Siempre me guardo en la agenda el teléfono y la dirección de la embajada española del país al que viajo o del consulado español más cercano. Y desde luego, ese será mi numero de referencia al que llamar ante la más mínima señal de alarma (lo digo por experiencia pues me ha tocado hacer esa llamada ya alguna vez). En este link encontrarás los datos de todas las embajadas españolas en el mundo. También es conveniente llevar siempre grabado este número al que se debe llamar en caso de emergencia consular: 91 394 89 00. Fuera de horario de oficina se puede llamar al 91 379 97 00. Eso sí, antes de llamar conviene saber que:
Los consulados pueden:
2a- Expedir pasaportes o salvoconductos en caso de caducidad, pérdida o sustracción, dar información sobre los servicios médicos, educativos y legales del país;
2b- Prestar asistencia a detenidos
2c- Adelantar, en circunstancias excepcionales, la cantidad de dinero necesaria para su repatriación
2e- Prestar servicios de Registro Civil, notariales, de legalización de documentos, o de remisión de comunicaciones e instancias a organismos españoles.
Pero NO pueden NI hacen:
2f- Hacer funciones de agencia de viajes
2g- Garantizar en un hospital o en una cárcel un tratamiento mejor al otorgado a los nacionales de ese país
2h- Avalar, prestar dinero o pagar multas
2i- Poner a su disposición personal para que actúe como intérprete, guía o asistente social.
Consulados aparte ¿qué más medidas de seguridad suelo tomar en viaje?
3- Llevo siempre grabados los teléfonos donde poder informar de la pérdida o robo de tarjetas de crédito para poderlas cancelar al instante. Y de la compañía aérea con la que vuelo por si necesito hacer cambios de vuelos.
4- Llevo siempre una copia del pasaporte encima. Y me envío una copia escaneada a alguna o algunas direcciones de correo electrónico que pueda abrir en caso de necesidad. Hago lo mismo con los billetes electrónicos.
5- Procuro llevar siempre el teléfono móvil con batería. Y si por alguna razón el móvil falla (en casos de emergencia suele haber saturación de líneas), pruebo siempre a enviar un SMS, mejor que whatsapp. Los mensajes cortos pesan menos, no necesitan conexión a internet y viajan con más facilidad.
6- Antes de partir, consulto siempre las normas y requisitos sanitarios del país a visitar y de las distintas zonas por las que me voy a mover. Puedes hacerlo pinchando aquí.
7- Pero ojo, ser precavido no tiene que confundirse con “tener miedo”. Viajar implica correr riesgos, vale, pero viajar también es un placer. Y con prudencia, salir de apuros es un poco más fácil.