Aunque Cancún es mucho más que playa, no es posible referirse a este destino sin hablar de sus maravillosas extensiones de arena blanca.
Es posible caminar a lo largo de sus más de 22 kilómetros de playa, pues todas ellas están abiertas al público. Muchos hoteles ubicados frente a la playa tienen sillas dispuestas a la sombra de palapas (sombrillas de paja) para proteger a los visitantes de los efectos del sol. Cancún está rodeado por tres cuerpos de agua de superficie sin igual, cada uno hermoso a su manera.
El mar del Caribe tiene el oleaje más animado, perfecto para saltar olas y retozar.
La Bahía Mujeres, entre
Isla Mujeres y
Cancún, es tranquila y serena, sin corrientes ni aguas agitadas, el lugar perfecto para la práctica de buceo de superficie. Finalmente, las aguas de la
laguna de Nichupté siguen siendo el lugar ideal para practicar deportes acuáticos de todo tipo, desde esquí hasta motos acuáticas.
Al recorrer el
Boulevard Kukulcán, encontrarás señales de color azul y blanco que indican los accesos a la playa.
Las playas de Bahía Mujeres (parte superior del “
7”) incluyen
Playa Tortugas y
Playa Caracol, que son como grandes albercas: bajas, tranquilas e ideales para las familias con niños.
Cerca de Punta Cancún (entre el
Dreams y el
Hyatt Regency) se esconde una ensenada protegida:
Playa Gaviota Azul. Más hacia el sur encontramos las encantadoras
Playa Chac-Mool,
Playa Marlin y
Playa Ballenas, amplias playas arenosas de mar abierto (se aconseja precaución) pero oleaje tranquilo.
En general, las playas se vuelven más amplias a medida que se avanza hacia el sur a lo largo del “
7” y, eventualmente, se llega a la adorable
Playa Coral en Punta Nizuc.