Un reto de golf en Cancún

Los nuevos campos de golf, diseñados por reconocidos expertos han puesto a México en el mapa de este deporte a nivel mundial.

Los eventos aprobados por las PGA (Asociación de Profesionales del Golf, por sus siglas en inglés) y la cobertura de la televsión estadounidense también han ayudado a elevar las credenciales del golf mexicano.

Para no quedarse atrás, Cancún ha ganado popularidad en este deporte al desarrollar una serie de nuevos alojamientos y proyectos residenciales que rivalizan con los de los principales destinos turísticos de golf en el Caribe. En Cancún, todos los campos están abiertos al público. Algunos ofrecen tarifas más bajas para los huéspedes de los hoteles, mientras que otros tienen tarifas especiales para quienes deseen jugar después de las 2:00 pm.

El arquitecto Robert Trent Jones Jr. diseñó el Club de Golf Cancún en Pok-ta-Pok. Abierto en 1976, el primer campo de golf de Quintana Roo se encuentra construido en la zona del hotel sobre el agua. En el campo, que mide seis mil 172 metros, se erigen unos vestigios mayas que permiten echar un vistazo a la época prehispánica de la región, al tiempo que constituyen uno de los “obstáculos” más originales del mundo del golf.

El campo del Hilton Cancún, ubicado a lo largo de la laguna en la zona meridional del hotel, fue abierto en 1994 y reconstruido en 2007. El diseño de Isao Aoki y Pedro Guereca incluye desafiantes trampas de arena (que suman 80), un original “Island Tee”, varios hoyos en el agua y un centro de prácticas.

Por otro lado, Moon Spa & Golf Club, un campo de golf de Jack Nicklaus de aproximadamente seis mil 552 metros, fue abierto en 2002 y ampliado en 2004 para incluir 27 hoyos. Está situado al sur de la zona hotelera de Cancún, a lo largo de la costera (entrada por la carretera 307).

Aquí, los golfistas disfrutan de bebidas y bocadillos mientras se encuentran en el campo. El club de golf de Playa Mujeres es un campo par 72 cuyo diseño magistral se atribuye a Greg Norman. Con una superficie de seis mil 638 metros, sus calles majestuosas contrastan con el océano y la laguna.
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