Cuando se menciona al estado de Guerrero, en un plan turístico, de inmediato vienen a la mente sus preciosas zonas costeras, con destinos tan famosos y disfrutables como
Acapulco o
Ixtapa-Zihuatanejo.
Posiblemente también se piense en Taxco, ciudad colonial de gran belleza, en donde se cultiva una gran tradición artesanal. Pero la verdad es que Guerrero tiene mucho más para ofrecer a los viajeros.
La naturaleza rotunda, agreste, profusa y fascinante de esta entidad mexicana,propicia que varios parajes y lugares silvestres tengan un enorme potencial turístico. Las Grutas de Juxtlahuaca, en Quechultenango, se proyectan como una notable maravilla ecoturística en el territorio guerrerense.