En las expertas manos colimenses, la piel, el papel y el barro cobran vida.

Los indígenas, que se enorgullecen de tener el color de la tierra en la piel y de mantener un contacto estrecho con la naturaleza, frecuentemente caminan descalzos, así que han producido una cultura de consciencia y cuidado recíproco entre los humanos y la Tierra.

Por tanto, no es de sorprender que las artesanías de barro sean una de las principales actividades en Colima.

Las efigies de animales en cerámica se han producido en Colima desde hace 2 mil años.

Asimismo, aquí se venden productos de piel, desde cintos y bolsos económicos, hasta una muy elaborada silla para montar.

Desde hace décadas, los artesanos de Colima han producido hermosas piezas a partir del parota, un árbol nativo de la región perfecto para fabricar muebles sólidos.

Pueden enviar sus obras a cualquier parte del mundo.

Visita las pequeñas fábricas familiares y te enamorarás de sus creaciones.

Muy tentador, ¿no te parece? Hablemos de vanidad: la vestimenta tradicional consta de faldas largas y coloridas que ondean cuando las mujeres bailan o caminan…

¡ponte una y todas las miradas estarán sobre ti!