Ya sabéis cuánto me gusta el submarinismo y cómo disfruto al bucear observando la belleza de la naturaleza submarina, los corales, las esponjas, algas y simplemente, del gran azul.
Sin embargo, esa calma se puede ver alterada al ver un animal tan impresionante como un tiburón, lo cual puede complicar la inmersión más de lo necesario. Por eso quiero daros algunos consejos para que sepáis cómo reaccionar al ver un tiburón mientras buceas.
Hay muchas razones por las que me gusta bucear pero indudablemente, la relajación que me produce sentirme en un estado similar a la ingravidez mientras me dedico a la contemplación de la fauna marina es la principal. En esa relajación en la que uno flota en un perfecto equilibrio, se puede aprovechar para disfrutar de las vistas, explorar el arrecife para buscar pequeños invertebrados o tomar fotografías submarinas. Pero de repente pueden aparecer tiburones...
No estoy hablando de inmersiones en zonas peligrosas donde hay tiburones blancos, tiburones tigre o peces martillo y otras especies voraces, porque normalmente, si buceas por su zona de navegación, ya lo sabrás de antemano y habrás planificado tu inmersión para tal fin. Estoy hablando de cómo reaccionar cuando en una inmersión tranquila, encuentras por sorpresa alguna especie aparentemente y habitualmente pacíficas con los seres humanos como pequeños marrajos, tintoreras, o tiburones de arrecife y otras especies de escualos.
Cómo reaccionar al ver un tiburón mientras buceas
Lo primero que hay que hacer es la señal de avistamiento de tiburón para que tu compañero de inmersión y/o el resto del grupo esté al tanto. La señal consiste en estirar y juntar los dedos de la mano derecha con la palma abierta y ponerla de forma vertical sobre nuestra frente, simulando que fuera una aleta de tiburón. Esta señal internacional es reconocible en todo el mundo.
A continuación, lo mejor que puedes hacer es seguir haciendo lo que estuvieras haciendo, sin realizar movimientos bruscos, ni correr nadando hacia él o para alejarte de él. Estamos en su medio y allí los peces lo hacen mejor que nosotros por lo que lo mejor es no competir ni sobresaltarnos, sino tratar de mantener la calma y permanecer más o menos en una posición cómoda estando quietos o con movimientos lentos y pausados.
Lo habitual es que los escualos que se suelen divisar en zonas de inmersión familiares o en los spots coloridos de la zona de los arrecifes, sean especies prácticamente inofensivas y que ellos se lleven la misma sensación de sorpresa que nosotros, pero no conviene tentar la suerte ni provocar sus reacciones defensivas.
Realmente, pese al temor generalizado que hay frente a los tiburones a raíz de la película Tiburón de Steven Spielberg, sólamente se producen unos cien episodios al año en los que algún tiburón ataca a un ser humano y solamente unos diez o quince terminan con resultado de muerte.
De todas las especies de tiburón que existen, -aunque siempre hay que ser prudente, guardar las distancias y abrir bien los ojos- solamente el gran tiburón blanco, el tiburón tigre, el tiburón de puntas blancas oceánico y el tiburón toro tienen verdadero peligro. Además, el peligro es mayor si uno se encuentra con estos tiburones mientras nada como bañista, (porque el movimiento y el chapoteo pueden inducirles a creer que somos una presa), y no tanto cuando el encuentro se da buceando porque los movimientos son muy lentos.
Probablemente será inevitable, -sobre todo las primeras veces que te ocurra-, que el corazón se acelere un poco y los nervios te hagan consumir más aire. Por eso es mejor intentar pararse y permanecer en una posición cómoda. Si hay alguna piedra o roca en la que permanecer sujeto agarrándola con dos para evitar la corriente, puede ser una buena opción. Si son aguas poco profundas y puedes estar en el suelo sobre tus rodillas, también es una buena sugerencia, para evitar que la corriente te zarandee y te muevas demasiado.
Una vez en calma y en una posición segura y cómoda, puede ser el momento de aprovechar y disfrutar con la silueta del tiburón, apreciando sus movimientos y disfrutando con su elegancia mientras nadan. Si es posible, también podremos tomar alguna fotografía, si llevamos una cámara adecuada.
En general, la mayoría de las cámaras sumergibles o cámaras con carcasa para submarinismo son mejores para fotos muy cercanas que para fotos a distancia, pero con un poco de suerte y si no estáis a demasiada profundidad, la luz de la superficie será suficiente para captar ese momento, aunque apenas podáis recoger los colores, más allá de una gama de azules y pardos, salvo que lleveis una cámara profesional.
Una cosa muy importante: Al tiburón como a cualquier otro animal que veamos ya sea en la superficie o bajo el agua hay que verlo con los ojos y no a través del objetivo de la cámara. Qué pena me da cuando alguien está diez minutos mirando algo a través de la cámara para captar algo tan efímero como un encuentro con delfines, tiburones y se pierde la oportunidad de verlo en directo.
Otra cosa más importante: No olvides vigilar el aire que llevas en la botella. La emoción de ver una especie que no sueles avistar en cada inmersión te puede hacer perder la referencia del tiempo y mientras disfrutas de esa emoción también estarás consumiendo más aire o nitrox que lo habitual. Por eso recuerda vigilar el manómetro y el reloj-ordenador de inmersión para que no se te acabe al aire antes de tiempo.
Por lo demás, ver tiburones como ver otros animales de gran tamaño en las inmersiones es una gran alegría para todos los aficionados al buceo deportivo. Ahora que ya sabes cómo debes reaccionar si ves un tiburón mientras buceas, recuerda estos consejos en tu próxima inmersión por si te encuentras con uno de estos magníficos animales.