Consejos para principiantes en el buceo en las vacaciones de verano

Para quienes apenas se inician en el buceo y tengan pensado practicar este deporte náutico en las vacaciones de verano, hay algunas recomendaciones que pueden ayudarlos para avanzar en su aprendizaje.

Son aspectos que deben tomarse en cuenta durante las primeras inmersiones que se lleven a cabo. Las vacaciones veraniegas se perfilan como un tiempo excelente para disfrutar del submarinismo en una de sus vertientes más gustadas: el buceo.

Para iniciarse en esta disciplina acuática hay que hacer lo siguiente.
De inicio hay que prepararse bien, ya que bucear no implica lo mismo que practicar el running, donde con tan solo ponerse unos zapatos deportivos ya se puede comenzar a correr. Para practicar el buceo hay que asimilar previamente algunos conocimientos ofrecidos por un instructor experto. Por lo general hay varios cursos de buceo que comprenden todos los niveles de aprendizaje.

Otro consejo pertinente es nunca bucear solo. De hecho, es algo que hasta los buceadores más experimentados evitan hacer. En este caso, para los principiantes en el submarinismo lo que les conviene es sumergirse con un acompañante y mantenerse cerca de este último por lo menos unos tres metros. De la misma manera es indispensable comunicarse con los demás buzos por medio de señas para hacerles ver que todo se encuentra bien.

Es importante no contener la respiración, ya que, cuando alguien se sumerge en el agua tiene la natural tendencia a hacerlo. Es como un acto reflejo, aun cuando el equipo de buceo que uno lleva nos garantiza todo el oxígeno necesario para realizar la inmersión planeada. Es importante evitarlo puesto que contener la respiración cuando no es preciso, al practicar el buceo puede derivar en complicaciones como ataques de pánico y lesiones pulmonares.

El cuerpo no soporta convenientemente las bruscas alteraciones de presión. Por lo consiguiente, siempre que se esté en el agua y se quiera ascender, hay que hacerlo con lentitud. Una pauta recomendable es ascender siempre más lentamente que la columna de burbujas que se produce con las exhalaciones de aire.

Un consejo adicional para todos aquellos viajeros que tienen planeado ocupar sus vacaciones de verano, para practicar el buceo en algún destino playero, es mantener limpias las gafas de buceo. Para ello hay que frotar el interior de la lente con un dedo humedecido con saliva. Es una solución tal vez rústica pero efectiva, puesto que las lentes con frecuencia se empañan por la diferencia existente entre las temperaturas del agua y el cuerpo y nos causa dificultades para ver bajo el agua con las gafas de buceo.
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