¡Este es uno de los pocos lugares en el mundo donde las parejas y sus amigos se pueden poner tanques para buceo y organizar una ceremonia de bodas bajo el agua! Antiguamente, la isla fue un santuario donde las mujeres mayas rendían homenaje a Ixchel, diosa de la fertilidad.

Hoy en día es una isla casual, con un entorno que invita a caminar descalzo, que comprueba que las cosas mágicas vienen en paquetes pequeños.

A pocos kilómetros del “gancho” de México, es la mayor isla del país, pero su tamaño real es de tan solo 45 kilómetros de largo por 19 kilómetros de ancho.

Lo que ocurre bajo el agua es tan emocionante como la vida sobre la tierra. Las aguas que rodean la isla son cristalinas y transparentes.

¡En algunos lugares, podemos estar de pie en el agua, con una máscara de esnórquel puesta en la cara, para observar peces tropicales de muchos colores, así como corales!

Parejas de todo el mundo a quienes les gusta bucear vienen a ver a Palancar, el mayor arrecife de este lado de Australia, donde la visibilidad muchas veces llega a 60 metros y más.

Una luna de miel en este lugar es todo un sueño.

Nada queda muy lejos.

Todo en tierra es muy fácil de encontrar.

La isla es plana y está cubierta de una vegetación tropical de poca altura.

El centro de San Miguel, con trazado rectilíneo, se parece a algo que debería estar bajo un árbol de navidad.

Atractivas tiendas, restaurantes y clubes nocturnos rodean la Avenida Melgar, el malecón y sus calles laterales.

La rica cultura y cocina maya están en exhibición aquí, y a menudo se puede escuchar el idioma maya por las calles.

Una vez que se hayan terminado de relajar, pueden pasar los días de su luna de miel buceando o practicando el esnórquel, jugando golf o tenis, pescando en alta mar, explorando ruinas mayas, o comprando a su gusto.

¡No importa lo que elijan hacer durante cada día de su luna de miel, existe una gran probabilidad de que todavía tendrán dinero suficiente para divertirse de noche en la ciudad!

¡La isla puede ser pequeña, pero los placeres que ofrece no tienen límites!