Hecelchakán, Campeche

GASTRONOMÍA Y TRADICIÓN ANCESTRAL

El nombre de Hecelchakán está ligado desde siempre al descanso del viajero. En lengua maya significa “Sabana del Descanso” siendo muy descriptivo de lo que aún es su paisaje. Fundada entre 1500 y 1600, se dice que en tiempos antiguos los viajeros en sus largos recorridos se detenían aquí para proveerse del agua de su gran cenote, cuyos frondosos árboles les daban también sombra y fruta.

Más tarde, en la época colonial, la pequeña ciudad volvió a brillar por su estratégica ubicación en donde convergían los caminos a las ciudades de Campeche y Mérida, ruta que hoy se conoce como “Camino Real”.

No te pierdas el Museo del Camino Real, una bella casona del XVII en la plaza principal con una sencilla colección de piezas mayas provenientes en su mayoría de los sitios cercanos de Jaina e Xcalumkín.

Ubicada a casi 50 kilómetros al noreste de Campeche, en la ciudad de Hecelchakán verás una gran población indígena que todavía respeta muchas de sus tradiciones y cuyas casas que aún conservan las costumbres constructivas mayas se mezclan con hermosas fachadas de la época virreinal y su hermosa iglesia franciscana que hoy resguarda al muy venerado “Cristo de la Salud”

En la plaza principal no puede perderse de degustar la cochinita pibil o el relleno negro, tradicional desayuno para todo aquel que transita o visita la región.

Antiguos cascos de haciendas como Blanca Flor y Tzodzil muestran su magnificencia al visitante; y sorteando entre triciclos que sirven de taxi en la comunidad de Pomuch no puede dejar de visitar las panaderías tradicionales con sus hornos de piedra mientras escucha sus historias de las tradiciones de día de muertos, únicas en el mundo.

Toda una experiencia para aquellos que gustan de la cultura viva y la gastronomía típica.
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