En el estado de Guerrero se localizan dos lugares maravillosos, cada uno con su particular encanto.
Uno preserva el hechizo y colorido ambiente de sus viejas construcciones y callejones de adoquín.
Se trata de Zihuatanejo, que incluye, como parte de sus atracciones un Cristo Sumergido, mismo que se puede observar en Playa de las Gatas. Además, la Playa Principal de Zihuatanejo nos deja ver día con día el estilo de vida de los pescadores locales, retornando del mar, para poner a la venta lo que han capturado ese mismo día con sus redes.
Esta comunidad nos proporciona un lugar idóneo para dar paseos hasta la orilla del mar, justo en el llamado Paseo del Pescador, que se extiende desde el Muelle Municipal hasta llegar al Museo Arqueológico.
A lo largo de este trayecto se ubican numerosos restaurantes y tiendas de artesanías. En la bahía de Zihuatanejo arriban año con año más de 60 cruceros provenientes de México y del extranjero.
Ixtapa por su parte cuenta con una enorme infraestructura hotelera. Es una parte del destino que refleja una plena modernidad. Es en Ixtapa precisamente donde se levantan los hoteles de mayor prestigio, así como también las áreas residenciales más lujosas de la región.
De entre las atracciones principales de Ixtapa sobresalen varios campos de golf, el Delfinario Delfiniti Ixtapa y el Parque Acuático Magic World. No hay que olvidarnos de la Isla Ixtapa, en la cual se pueden realizar actividades acuáticas como el esnórquel, el buceo, recorridos a pie por la playa, en jetski, en kayak o incluso en la divertida banana.