La construcción más importante y sorprendente es la pirámide de los Nichos, consagrada al dios de la lluvia y de los vientos.
Tiene una altura de 18 metros y una base cuadrada de 36 metros de lado .
Los siete niveles, separados entre sí por cornisas, están formados por sucesivos nichos cuadrados. En el lado este, una empinada escalinata conduce hasta el nivel superior. Se ha calculado que, originalmente, la pirámide contaba con 365 nichos, por lo que se supone que debió desempeñar funciones de calendario astronómico. Algunos de estos nichos – uno para cada día del año solar- estaban pintados en vivos tonos rojos y azules, y toda la parte exterior de la pirámide estaba revestida con ornamentos de estuco.
Todo el conjunto de las ruinas está dominado por el edificio de las Columnas, igualmente decorado con nichos, y que ya muestra influencias toltecas. Es probable que las gigantescas escalinatas sólo tuvieran valor decorativo, por lo que se emplearían escaleras de madera para llegar a las salas. Este edificio de 45 metros de altura debe su nombre a los fustes de las columnas (de 1,10 metros de diámetro) de la parte frontal, que debieron formar una galería en la parte delantera. Los bajorrelieves que embellecen dichas columnas dan testimonio de la vida religiosa de los habitantes primitivos de El Tajín.
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