Bélgica

Ostende

Esta ciudad recibe el nombre de ciudad balneario ya que el rey Leopoldo I y Leopoldo II en el siglo XIX decidieron convertirla en un lugar de vacaciones para los reyes de la época aprovechando su situación geológica al lado del mar.



Hoy en día la ciudad tiene atractivos culturales como son sus catedrales y edificios mantenidos de la época, como en Brujas pero aún así no es la fuente de interés. En este caso son sus playas y el puerto aunque no es de gran interés a turismo internacional. Para eso existen otros lugares que comentaremos más tarde.

Un atractivo importante de la ciudad de Ostende es su puerto, como se ha comentado, ya que tiene un encanto excepcional, sin olvidarse de una visita al Merkator. El Merkator es un navío que se conserva en estado original y alberga un museo náutico donde puede encontrarse objetos traídos de viajes alrededor del mundo. ¿Qué tesoros albergará? Habrá que visitarlo.


A parte de visitas culturales la ciudad también tiene centro de compras situada en la calle Kapelle, la calle más comercial.

La playa, de arena blanca, como las que podemos encontrar en la costa mediterránea tiene dimensiones considerables en Ostende y también agua fría. El viento es bastante normal y por esa razón la playa tiene como unos separadores de tela donde la gente puede tumbarse sin que le moleste la arena traída por el aire. Aquí tenéis un vídeo para haceros a la idea:

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