La provincia de Pescara nace en 1927 tras la fundación de la ciudad del mismo nombre, de la unión de dos burgos históricos rivales: Pescara y Castellammare Adriatico, divididos por el río Aterno.
El territorio se extiende desde el litoral adriático hasta las cumbres de los macizos de la zona central de los Apeninos. Limita al norte con la provincia de Teramo, al nordeste con el Mar Adriático, al este con Chieti, y al sur y al oeste con L'Aquila.
Con el desarrollo de la provincia, los ciudadanos de Pescara han abandonado su antiguo apego ciego por su propia ciudad. La zona incorpora las características dominantes de la región. De hecho las zonas más importantes son dos: la exterior, entre la costa y la colina, en la que prevalecen colinas arcillosas que terminan en el mar, llanuras aluviales y arenales; y la interior, montañosa, formada por macizos apeninos de tipo carbonático. La zona interior del territorio de Pescara se caracteriza por la presencia de numerosas masas de agua como los ríos Pescara, Orta, Tirino y Tavo, enmarcados por una flora fascinante y una valiosa fauna.
Destaca también la presencia de dos lagos: el lago de Penne y el lago de Alanno, que cuentan con zonas protegidas.
Desde las montañas hasta la costa, toda la provincia alberga un maravilloso patrimonio artístico, así como numerosos oasis de bienestar y relax en contacto directo con la naturaleza.
Que ver en Pescara
Para conocer Pescara lo mejor es darse un paseo por Corso Umberto I, que termina en la Plaza Rinascita, también conocida como plaza Salotto, y llegar hasta el paseo marítimo en la plaza Primo Maggio. Los edificios de la Provincia y del Ayuntamiento se hallan en la plaza Italia. Corso Manthonè, la avenida del casco antiguo, es el centro de la vida nocturna. Hace unos años se inauguró el museo de arte moderno Vittoria Colonna en el corazón de la ciudad. Además, uno de los lugares más visitados es la casa natal de Gabriele d'Annunzio.
En la provincia, los principales puntos de interés son: el Museo Natural y Arqueológico Paolo Barraso en Caramanico Terme; el 'Museo e Archivio degli Artisti Abruzzesi Contemporanei' en el Castillo de Nocciano; la Abadía de San Clemente en Casauria (Castiglione a Casauria); el 'Museo delle Tradizioni e Arti contadine' (Museo de artes y tradiciones campesinas) en Picciano; el Museo del Castillo de Salle y la Taverna Ducale en Popoli. También es muy interesante el Museo del Aceite en Loreto Aprutino.
En el territorio de Pescara, como en las demás provincias, hay un patrimonio natural muy rico. No olvidemos el Parque Nacional del Gran Sasso y Monti della Laga y el Parque Nacional de la Majella, las reservas naturales Pineta di Santa Filomena, Valle dell'Orfento, Lama Bianca di Sant'Eufemia a Maiella y Piana Grande della Majelletta.
En el territorio se encuentran también las reservas provinciales del Lago di Penne, La Pineta (pinar) Dannunziana y la Reserva natural con visitas guiadas Sorgenti del Fiume Pescara.
Que hacer en Pescara
Sol, mar, deporte y movida son las palabras clave de la provincia de Pescara, donde el hilo conductor es la palabra bienestar. El territorio ofrece una mezcla de naturaleza, paisajes sugestivos y deportes, para que toda la familia pueda disfrutar de una experiencia inolvidable.
El manantial del río Pescara es el sitio ideal para un picnic, además de que allí encontramos dos rutas naturales para practicar birdwatching y biowatching.
En el lago de agua manantial se pueden practicar submarinismo. En cambio, el río Tirino es perfecto para hacer excursiones en canoa o en mountain bike a lo largo de sus orillas, gracias a una red de itinerarios de 30 kilómetros.
Es una zona ideal también para el birdwatching, el trekking, la fotografía, para descubrir dónde viven el rebeco y el lobo.