Praia do Sancho está considerada como la playa más bonita de Brasil.

Se rodea de un acantilado y se enclava en la bahía del mismo nombre, en el archipiélago de Fernando de Noronha, Pernambuco

Hoy os emplazamos a conocer un nuevo destino de interés turístico en Brasil, un país con una gran diversidad cultural que se encuentra entre los que ocupan mayor superficie del planeta. Si os acordáis, ya os hemos hablado anteriormente de su plato nacional, la feijoada, y de las impresionantes cataratas del Iguazú, a medio camino entre Argentina y Brasil.

Sin embargo, uno de los principales atractivos turísticos de Brasil son sus bellas playas, con permiso de su célebre carnaval. Entre todas ellas hay una que destaca con nombre propio: Praia do Sancho. Se sitúa en el estado de Pernambuco, más exactamente en el archipiélago volcánico de Fernando de Noronha, bañándose con las aguas del océano Atlántico.

Según distintos medios de comunicación y revistas turísticas especializadas que realizaron una lista con las que consideran las diez playas más bonitas de Brasil, el primer lugar de este top ten es, sin lugar a dudas, para la Praia do Sancho. El bello entorno que rodea a esta playa, así como su arena blanca y sus aguas cristalinas, tiene mucho que ver en su elección como la playa más bonita de toda la República Federativa del Brasil.

Praia do Sancho se rodea por un acantilado que hace las veces de mirador natural hacia el Atlántico y las zonas de los alrededores, repletas de nidos de aves y vegetación; un lugar estratégico para relajarnos, disfrutar de la suave brisa marina y capturar unas bellas instantáneas que nos servirán para tener un recuerdo permanente de nuestra visita a este paradisíaco lugar.

Praia do Sancho se enclava en la bahía del mismo nombre, una de las pocas en las que se permite detenerse a las embarcaciones de recreo para fines de baño, siempre y cuando se respeten los corales, otro de los grandes atractivos que puede ofrecernos la zona.

El acceso a la playa puede realizarse de tres formas diferentes: desde el mar en un barco o embarcación, utilizando unas escaleras que han sido talladas en la roca o usando unas escaleras fijas que se han fijado para facilitar los accesos. Independientemente de cuál de estas opciones elijas, te encontrarás en una de las playas más bellas de este país sudamericano, aunque su fama no alcance a la de otras playas brasileñas, casos de Ipanema o Copacabana.