Ruta costalegre, Jalisco

Lo que hace que una playa sea bella es el conjunto de sus elementos: el ángulo
y dimensión de la bahía, la profundidad y distancia entre los distintos niveles
del mar, el grosor y la tonalidad de su arena, así como su inclinación y longitud,
las formaciones rocosas que la acompañen y las especies que las merodean,
la dirección y velocidad de las corrientes de sus aguas, su salinidad, y más allá
del agua, la vegetación que la rodea, los animales que la habitan. Playas las hay
hermosas, pero sobre todo, las hay de lo más diversas.

Diversas especies de animales conviven en los mares de Jalisco, ya
sean las ballenas que llegan del norte para dar a luz en los meses de invierno, o
las múltiples especies de tortugas que prefieren los kilométricos playones para el
desove en otoño, así como los habitantes permanentes como delfines, tiburones,
todo tipo de aves, insectos y peces, o los cocodrilos que merodean los manglares,
la Costalegre es un área viva, donde la naturaleza interactúa íntimamente con
los humanos.


La Costalegre recorre las playas de Jalisco, en los municipios de
Cihuatlán y La Huerta. El inicio formal comienza en el poblado de Cihuatlán
y culmina en la desembocadura del río San Nicolás, al sur de Puerto Vallarta.
El camino que lleva de principio a fin recorre la costa casi bordeando el mar.
Desde diversos puntos se alcanzan a distinguir las playas, y para llegar a ellas,
casi siempre es necesario tomar una desviación desde la carretera nacional 200.
Ya sea conocer a los pobladores locales y pescadores en las playas de Barra de
Navidad y Melaque, o vivir experiencias de contacto con la naturaleza en los
manglares que rodean La Manzanilla, o diversión en familia en la hermosa Bahía
de Tenacatita, o participar en el glamour de Careyes, o vivir días de apacible
silencio y contemplación de aves en la Bahía de Chamela, la Costalegre tiene
algo para todos los gustos, algo que ofrecer a cada persona.

Aunque son alrededor de 100 kilómetros de Costalegre, es inevitable sentirse
desprotegido. Con sólo una gasolinera en cada punta, así como la escasez de
cajeros automáticos, bancos, talleres para autos, señal para el celular, así como
oferta de alimentos y bebidas, este recorrido es destino para aventureros,
precavidos y valientes. También lo es para el vacacionista decidido a disfrutar
de increíbles playas, más allá del lujo o la pretensión, a menos que decida
hospedarse en alguno de esos mega resorts que se esconden a lo largo del
recorrido.

Dónde llegar
La Costalegre es un popular destino con mayor afluencia en los periodos
vacacionales, con lo cual es probable que muchos destinos se encuentren a su
máximo cupo en días clave como Semana Santa y Año Nuevo. El resto del año,
especialmente entre semana, llegan a estar tan vacías las playas, que muchos
hotelitos menores cierran o reducen sus servicios y su cupo. Le recomendamos
elegir su destino antes de partir, así como el lugar donde se hospedará y realizar
una previa reservación para garantizar el máximo disfrute durante su estancia.

Qué comer
Con excepción de los sitios turísticos con mayor presencia de extranjeros,
como Barra de Navidad y Careyes, la oferta gastronómica en el recorrido es
principalmente regional, con mucho pescado y carne, y preparados típicos
mexicanos. Las frutas o verduras frescas varían dependiendo de su temporal.
En caso de desear saborear pescados o mariscos en temporada baja, se
recomienda preguntar antes qué le recomiendan o qué está más fresco. Si
usted es muy delicado del estómago, o tiene preferencias culinarias definidas, le
recomendamos ser previsor y tomar las medidas necesarias en caso de que no
encuentre algo que sea de su gusto. En las carreteras, los tendajones tienden a
tener poca variedad en su oferta, así que si gusta puede llevar consigo desde su
hogar sus snacks preferidos.

Cuándo ir
Las temporadas en el Pacífico de Jalisco suelen ser homogéneas a lo largo de
la costa; comparten vegetación, características orográficas, flora y fauna… Con
ligeras variantes le sugerimos tomar en cuenta las siguientes características que
predominan en cada estación. Las aguas además dependen de las mareas y el
estado de la luna, las lluvias, y el nivel de humedad.

Barra de navidad

Isla de Navidad
Al salir de la carretera y tomar la pequeña ruta rumbo a la isla se distingue un
horizonte impresionante de plantíos de plátano y palmas cocoteras. En la isla, que
es más bien una península ya que sólo está separada de la tierra por un arroyo,
merodean lagartos. Tras recorrer poco menos de 11 kilómetros se levantan unas
dunas que separan el mar del camino, y en medio de este desértico paraje, se
asoman fragmentos de lo que se convertirán en complejos turísticos y mansiones
de playa. En medio de la aridez, se levanta hacia el norte el exuberante ingreso al
hotel de lujo Grand Bay Resort. Adentro del complejo, una marina, campo de golf
y lago complementan la oferta de gran turismo en la zona.


La playa de Barra
La ancha playa de Barra de Navidad se extiende por 2 kms. La arena un tanto
oscura, casi café, es suave al tacto y hace placenteros los paseos descalzos. Vista
desde el mar, la fisonomía del pueblo de Barra de Navidad no llamaría mucho la
atención. La mezcla ecléctica de fachadas incluye todo tipo de colores y estilos,
y sólo muy pocas construcciones están acompañadas por palmares, y como
consecuencia de un fuerte temblor en los 90, lo que más tienen en común es un
aspecto de estar a medio construir

El Malecón
El pueblo está condensado en un área pequeña, culminando entre laguna y mar
en una columna de arena, la cual se alarga frente a frente hasta casi chocar con
la Isla de Navidad. Ahí, dos mundos opuestos se miran tan de cerca que parece
irreal. De un lado los paseantes domingueros comen mangos en palo, se bañan
en la laguna de agua semi dulce y pagan cinco pesos por cruzar a un banco de
arena, ahora el restaurante con encanto local “La Colimilla”, o se pasean por el
modesto malecón que divide laguna y mar, y que se levantó sobre lo que solía
ser un brazo natural de arena. Al frente, las playas del megaresort permanecen
casi desiertas, pero a la mano quedan sin utilizar kayaks de todos colores, toldos
de un blanco impecable, echaderos cómodos para mirar el mar, y a la noche, el
reflejo de su exuberante iluminación, centelleando en las aguas de la laguna.

Melaque
Al norte de la Bahía de Navidad, una de las más hermosas de la costa del Pacífico,
ha sido muy explotada turísticamente y puede llegar a estar muy abarrotada
en periodos vacacionales. Un terremoto en 1994 dejó varios de sus edificios
modernos convertidos en ruinas. Una gran cantidad de hoteles en la playa han
sido transformados en apartamentos de tiempo compartido.

Bahía de Cuastecomates
En el entronque de las carreteras 80 y 200 se bifurca la corta desviación hacia
Cuastecomates. En tan sólo 6 kilómetros usted se encontrará con un paisaje muy
distinto al del desarrollado y bullicioso Melaque. Esta pequeña e íntima bahía,
de tan sólo 250 metros de largo y 20 de ancho, está protegida por formaciones
rocosas, dándole una gran apacibilidad al oleaje, y convirtiéndola en un lugar
ideal para familias con niños pequeños. De lado a lado de la playa pequeños
restaurantes de encanto local ofrecen una gran variedad de platillos con una
amplia variedad de pescados y mariscos. Estas típicas enramadas de techo de
palma, sillas y mesas de madera de colores, y pálidas sombrillas en la playa,
llegan a dar servicio a una cantidad impensable de gente. Así las mismas virtudes
de la bahía se transforman en sus debilidades ya que al no haber corrientes, la
basura de las multitudes se estanca en la orilla… En la punta oeste se levanta
el hotel Royal Costa Sur, con grandes palmeras y una muralla incorporada a las
formaciones rocosas de la zona. El hotel, de un color amarillo pálido discreto, se
integra con su entorno

La Huerta

Gran bahía deTenacatita
Esta bahía en forma de m comprende diversos poblados y centros turísticos.
Está dividida por una pequeña península que permanece virgen. Las playas de
la bahía se rodean hacia el continente por manglares, esteros y brazos de agua, y
en la punta sur, por altos cerros. En el mar, diversos islotes permanecen alertas a
los cambios de mareas y son naturales puntos de referencia visual. La gran bahía
inicia con el poblado de La Manzanilla, con una península que divide Boca de
Iguanas, seguido por los riscos que separan los grandes hoteles del pequeño
poblado de pescadores, que lleva el nombre de Tenacatita.


La Manzanilla
El ingreso a La Manzanilla es el primero después de cruzar un inmenso valle de
palmeras, en el kilómetro 10 de la carretera Melaque-Puerto Vallarta. El poblado
está situado en la punta sur de la bahía, casi sin dar al mar, y mucho del pueblo está
construido en el pequeño valle, o bien en las colinas que lo rodean. Aunque se vio
muy afectado por el maremoto del 95, el pueblo se renovó por completo, dando
lugar a inmensas construcciones de casas de extranjeros, lo que ha obligado al
pueblo a lentamente irse adentrando en las faldas del cerro.

Boca de Iguanas
Para llegar ahí hay que tomar la desviación desde la carretera en el kilómetro 16
y andar por 3 kilómetros. Se recomienda realizar el recorrido lentamente y tomar
los topes con cuidado. Esta playa de arena blanca en la punta norte de la bahía
es conocida por los que viajan en casas rodantes o los que gustan del campismo.
Allí se ofrece en la temporada alta renta de caballos, lanchas para navegación y
pesca deportiva. Por su recóndita posición e inmensos palmares que la rodean,
es una playa naturalmente protegida de fuertes vientos o largas horas de sol,
pero en el verano, no es muy visitado debido a las incesantes tormentas y los
mosquitos que las acompañan.

Punta Serena
Situado en la cima de un acantilado, este exclusivo resort y centro holístico ofrece
algo especial; usted puede, o no, despedirse de su traje de baño para nadar. Los
jardines que rodean las exclusivas villas son espectaculares. Las actividades para
los huéspedes incluyen clases de yoga, temazcales, y acceso a dos impresionantes
jacuzzis situados en la punta del risco sobre el cual se se levanta el hotel. Además,
se puede visitar tanto la Bahía de los Ángeles Locos, como además una pequeña
entrada de mar con acceso privado, con aguas cristalinas de oleaje calmado y
arena suave, donde por cierto, hay un pequeño helipuerto. Es un entorno ideal
para los que buscan recluirse de las multitudes, y prefieren la privacidad.

El Estero o Brazo del Río Purificación
Rodeado por manglares, este brazo de agua une la bahía de Tenacatita en sus
dos puntos. Se ofrecen diversos paseos en lancha, que incluyen observación de
aves, descripción de la flora y, sobre todo, un interesante recorrido por las aguas
del estero que por su coloración suelen estar rodeadas de misterio. Se avistan
principalmente pelícanos, culebras de agua y diversos pájaros e iguanas, pero
con un poco de suerte, le toca ver un caimán. En la desembocadura cercana a
los Ángeles Locos se puede apreciar una presa camaronera. El costo por paseo
en lancha suele oscilar los $300 pesos por hora, en una panga en la que caben
de 1 a 10 personas.

El Tecuán
Esta increíble playa, cuya desviación se encuentra en el kilómetro 32, fue un
importante centro turístico, pero con excepción de unas tres casas, todo yace
en completo abandono y olvido. Así, a pesar de la belleza de la playa, palmares y
la laguna de agua dulce, El Tecuán es un sitio inhóspito, y quienes más lo visitan
son los surfeadores que aprecian sus inmensas olas. Otra playa para surfear es
Arroyo Seco, a la cual se llega por una terracería a pocos kilómetros, y por ser mar
abierto, no se recomienda nadar ahí.

Reserva de la biosfera Chamela -Cuixmala
Este desarrollo ecológico privado se extiende principalmente hacia el territorio
interior, pero cuenta con una salida al mar en la bahía del río Cuixmala. El
litoral, al que sólo se puede accesar por mar, está formado por increíbles
playas, impresionantes formaciones rocosas, acantilados y entradas de mar. Ahí
protegen, entre otras especies, 22 tipos de loros o psitácidos, 19 de los cuales
están clasificados en alguna categoría de riesgo. También participan en labores
de preservación de las Islas de los Pájaros en Chamela En su visita podrá recorrer
un sendero interpretativo y próximamente un Museo de Sitio.

Careyes
Este desarrollo turístico que se destaca por su colorido, modernidad y glamour
nació como el sueño de un italiano que buscó por todo el mundo las condiciones
ideales para desarrollar un resort único y exclusivo, y lo encontró en Careyes
gracias a lo recóndito y magnífico de sus playas. La moda se vive en noches de
cócteles y glamour, por lo que se recomienda ir vestido ad hoc.

Bahía de Chamela
Esta inmensa bahía ofrece el pase directo a paseos a las islas cercanas habitadas
por diversas especies de aves marinas. La fauna en la zona comprende
mamíferos (tejón, tlacuache, venado, armadillo, tigrillo, coyote, zorra y mapache),
reptiles (serpientes e iguanas), aves (garzas, pelícanos y gaviotas) y marinos
(mojarra, camarón, pulpo, huachinango, lisa, pargo, sierra, jurel, cocinero, rayadas
y colmillón) Una de las actividades que se pueden practicar en Bahía de Chamela
es la pesca deportiva, destacando especies como guachinango, sierra, lisa, jurel y
cocinero. Debido a la tranquilidad que impera en esta agua se facilita la práctica
del buceo, snorkel, windsurfing, natación, motonáutica, esquí, remo y veleo.


Las islas
Para visitar las Islas es necesario alquilar embarcaciones o contratar paseos
turísticos, y las principales para visitar son la Isla Pajarera y Cocinas. La Isla
Pajarera cuenta con una inmensa cantidad de aves, pero principalmente el
bobo y la tijereta. Considerada una zona de protección de la fauna, su acceso es
restringido y al descender se le pide ser cauteloso pues los nidos pueden estar
en cualquier parte, además de que es imprescindible no dejar basura a su paso.


Los Negritos
Situada a un lado de la playa Chamela, esta es una hermosa caleta de aguas
calmas y cristalinas, con un pequeño Restaurant donde protegerse del sol. Su
mayor encanto es la vista de las islas San Andrés y Negra, que están tan cerca que
hace parecer que la bahía es un islote más.

La Virgencita
Un poco más pequeña que los Negritos, y situada justo a lado, esta caleta ofrece
vistas de las islas de San Pedro y San Agustín. Ahí las enramadas son más y
además hay muchas lanchas, haciéndolo un lugar menos apacible, pero más
práctico en caso de que usted esté buscando embarcarse.


Chamela y su estero
La punta sur de Chamela converge con el gran estero, con una extensión de 1
Km de largo por 70 mts. de ancho, y que con marea alta o lluvias se toca con el
mar. El agua salobre, los pájaros que revuelan y la densa vegetación, le da un
toque muy especial al baño en estas aguas, debido también a la forma natural
de la curvatura de la bahía, ofreciendo un agua más calma. Además se tiene una
vista en primer plano de las islas, así como de la inmensa playa de 10 kms. En
el estero habita una fauna muy variada como lisa, cilios, pargo, guabina, garza,
buzos de agua y gallaretas. Su flora consiste en mangle, guamúchil, órganos,
principalmente.

Punta Pérula
Localizada en la punta noreste de la bahía, es aquí donde se encuentra la mayor
oferta de hospedaje para el turista. Tiene unas increíbles vistas de las islas, y al
final del todo, desemboca otro estero, el Leones. Ese es un punto ideal también
para contratar paseos en lancha, o comer en las típicas enramadas. No olvide
pactar el precio de su paseo antes de zarpar. Aquí también puede comprar
víveres si es que donde se hospeda cuenta con cocineta.

Costa Majahuas
Aquí el acceso a las playas se ve dificultado por el estado de las brechas que hay
que transitar para llegar ahí, o bien, porque las playas han sido cerradas para
disfrute de los resorts exclusivos; en cualquier caso, visitar el mar en esta zona no
es un paseo, sino un destino. Aquí se recomienda llevar un plan, reservaciones y
provisiones.

Tomatlán

Playa Chalacatepetl
Después de un largo recorrido en una terracería buena para camionetas, pero
no para autos bajos, se encuentra esta playa dedicada a la conservación de las
tortugas, hermosa por su arena blanca y las rocas que la rodean. Al llegar al
poblado Morelos tome la desviación anunciada.

Gran Playón de Tomatlán (Punta las Peñitas)
En esta inmensa extensión de playas de Jalisco conocida como el Gran Playón
de Tomatlán el mar es abierto por lo cual no se ha desarrollado turísticamente,
pero a su vez ofrece las características ideales para la reproducción de diversas
especies, principalmente la de la tortuga marina. Algunas de sus playas son
Majahuas, Peñitas o Punta Las Peñitas.

Bahía de Banderas
Aunque el fin oficial de la Costalegre llega en el kilómetro 132, la costa de
Jalisco se extiende hasta el río Ameca, el cual se localiza entre Puerto Vallarta
y Nuevo Vallarta. Así, la última bahía del Estado, y la más grande del país, Bahía
de Banderas es un destino turístico tan reconocido y popular que merece un
recorrido en sí mismo.
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