Cuando decidí viajar con mi pareja no estaba muy segura de lo que pasaría.
No llevábamos mucho tiempo juntos, de hecho había pasado muy poco tiempo desde que iniciamos una relación que parecía estable. Tomar la decisión de irse a otro país sin ningún plan establecido y con tan sólo sueños, ideas y ganas de explorar, parecía todo un riesgo, o al menos eso nos decían todos. Y probablemente no era muy desacertada esa afirmación; dejar toda tu estabilidad, tus amigos, tu familia y tu país por irte en una aventura incierta con alguien a quien realmente no conoces a fondo, sonaba bastante complejo para el mundo, e incluso para nosotros. Era una prueba de fuego y no sabía cuál sería el resultado hasta vivirlo.
Pero, ¿por qué no hacerlo si somos jóvenes?, ¿por qué guardarnos las ganas de saber que va a pasar? Al final, a pesar de los grandes miedos y nervios, lo hicimos. Emprendimos rumbo a otro país con tan sólo un par de mochilas y las ganas de ver que pasaría. Hoy, después de un año seguimos juntos luego de haber iniciado la aventura incierta. Seguimos conociéndonos, seguimos aprendiendo el uno del otro, seguimos discutiendo y sobre todo, seguimos creciendo como personas. Gracias a esta experiencia que espero que no se detenga, he entendido que no hay nada más enriquecedor que compartir, estando lejos de casa con la persona que amas. Y no creo que exista una forma más adecuada y precisa de conocerte y conocer a alguien en su máximo esplendor (con todo lo bueno y todo lo malo). Aunque habrá piedras en el camino (es lógico), si sigues estos consejos, tendrás el regalo más grande todos: un viaje perfecto al lado de quien más quieres.
1. Comprométete y comparte decisiones
Viajar en pareja implica dejar el egoísmo de lado. Olvídate de tomar decisiones sólo pensando en ti. Son dos y cualquier cosa que decidas afectará ambos de alguna u otra forma. Cede ante la toma de decisiones y no te olvides de comprometerte con las causas comunes. Insisto, viajar con alguien es el mejor ejercicio para dejar de pensar sólo en ti. La generosidad saldrá a flote.
2. Pasa tiempo a solas
No hay nada como compartir con quien amas, pero así parezca absurdo, es necesario tener espacios a solas. Saturar los momentos o invadir los espacios personales puede ser perjudicial para la relación. Es ideal entonces respirar a solas y dejar respirar al otro. No te olvides que ahora estarás 100% con otra persona así que no está mal, separarse por un rato de vez en cuando.
3. Interactúa con otras personas
No está de más acordarse que hay otras personas afuera de la relación. Es importante intentar conocer gente y salir de la rutina de dos. Para los dos, compartir y hablar con otros será más que sano.
4. Ten momentos especiales y románticos
El estrés y los “problemas” de los viajes a veces eliminan lo más importante y obvio: los momentos especiales y románticos. Pero no los dejes eso de lado. Además, no tienen que ser muy elaborados. Una comida en un lugar especial de vez en cuando, caminar tomados de las manos o incluso un pequeñísimo detalle, es importante.
5. Comparte metas y objetivos
No se pueden tener visiones radicalmente opuestas. Es cierto que cada uno debe tener sus sueños personales, pero al viajar en pareja es importante entender que algunas metas se convertirán en objetivos comunes (por más simples que sean). Si no estás dispuesto o dispuesta a compartir ideales y metas, olvídate de la idea por ahora.
6. Respira profundo y no te apresures a tomar decisiones radicales
Habrá discusiones. Nada que hacer. Es naturalmente humano que el proceso de adaptación a otra persona genere ciertas molestias, aunque sean pequeñas. Pero no exageres. Ante cualquier problema, respira profundo, piérdete un rato y no empaques las maletas por un simple problema. Además, habla las cosas. Luego te arrepentirás de haber dejado a alguien increíble por un simple tropiezo.
7. Diviértete
Es lo más básico. Disfrutar, divertirse, aprovechar cada instante y sacarle el jugo a la relación y al lugar.
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