¿A dónde va a parar toda la basura que acaba vertiéndose en el mar? Científicos de la NASA se han propuesto dar con una respuesta a esa pregunta, y no es bonita.
Esta visualización ha seguido el rastro a toda la basura flotante durante los últimos 35 años hasta su localización actual.
Es imposible seguir cada vertido de basura que acaba en el mar. En unas ocasiones porque son accidentales, y en otras porque son vertidos ilegales. En lugar de ello, la NASA ha seguido la pista de miles de boyas científicas que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (National Oceanic and Atmospheric Administration o NOAA) lleva lanzando desde hace 35 años.
Las boyas siguen el mismo camino que cualquier otro objeto flotante, y han permitido conocer las pautas que siguen las grandes corrientes oceánicas. Resulta que, con el paso del tiempo, los objetos a la deriva que tienen el suficiente tamaño como para no deshacerse acaban en cinco lugares que es donde podemos encontrar cinco vastas islas flotantes compuestas de basura, en su mayor parte plásticos. Son la prueba de que esconder nuestros desperdicios en el mar igual de idiota que echar lo barrido debajo de la alfombra. La suciedad sigue estando en casa.