Big Major Cay, la isla de los cerdos nadadores
Big Major Cay es una pequeña isla deshabitada del archipiélago de las Bahamas que ha sido colonizada por cerdos
Uno de los destinos paradisíacos preferidos por los turistas más exigentes y afortunados es, sin duda, el archipiélago de las Bahamas, que se compone de cientos de islas y miles de escollos y peñascos en pleno océano Atlántico. Un auténtico paraíso natural de playas blancas y aguas cristalinas espera a quienes se deciden a viajar hasta este idílico rincón. Al pensar en las Bahamas, resulta inevitable imaginarnos luciendo cuerpos bronceados y chapoteando en sus transparentes aguas.
Únicamente veinticuatro de las islas que conforman este turístico archipiélago están habitadas, el resto permanecen deshabitadas y prácticamente vírgenes. Sin embargo, el número de islas habitadas puede variar de veinticuatro a veinticinco si no somos muy exigentes con la naturaleza de sus pobladores, dado que la isla poblada que hace el número veinticinco no tiene ningún residente humano; sus moradores son, simplemente, cerdos.
Esta pequeña isla es conocida como Big Major Cay o, de forma popular, “Pig Beach” y se sitúa en el distrito de Exuma. Comprendo que puede suponer un auténtico esfuerzo mental reemplazar de nuestra imaginación a una algarabía de niños correteando por la playa, a bellas jóvenes que pasean junto a las aguas o a musculosos chicos subidos a una tabla de surf por una colonia de cerdos que se solazan en esta diminuta isla. Pero, aunque cueste imaginarlo, no me invento nada y es la pura realidad.
No se sabe a ciencia cierta cómo los cerdos llegaron hasta el lugar y terminaron colonizándolo, aunque diversas hipótesis sostienen que podrían haber sido abandonados en la isla por una embarcación. Sea como fuere, estos cerdos nadadores de las Bahamas se han adaptado perfectamente al entorno y han acabado con el viejo tópico del cerdo que se baña en un lodazal, pues también son capaces de hacerlo en una playa privilegiada.
Los animales han descubierto los beneficios del turismo, explotando su isla de igual forma que lo haríamos los Homo sapiens, por lo que saben sacar partido a las embarcaciones turísticas que se acercan hasta Pig Beach para visitarles. Cuando un barco cargado de turistas se aproxima, los cerdos se sumergen en las aguas y comienzan a nadar hacia la embarcación con el objeto de divertir a los turistas y, cómo no, obtener sus ganancias en forma de comida.
Si alguna vez tenéis la ocasión de viajar a las Bahamas y estáis cansados de las repetitivas gracias de los simpáticos delfines y otros animales acuáticos, tratad de hacer una visita a Pig Beach. No vais a encontrar un hotel para alojaros, aunque sí una de las más cálidas bienvenidas que puede recibir un viajero cuando llega por primera vez a un lugar.
Uno de los destinos paradisíacos preferidos por los turistas más exigentes y afortunados es, sin duda, el archipiélago de las Bahamas, que se compone de cientos de islas y miles de escollos y peñascos en pleno océano Atlántico. Un auténtico paraíso natural de playas blancas y aguas cristalinas espera a quienes se deciden a viajar hasta este idílico rincón. Al pensar en las Bahamas, resulta inevitable imaginarnos luciendo cuerpos bronceados y chapoteando en sus transparentes aguas.
Únicamente veinticuatro de las islas que conforman este turístico archipiélago están habitadas, el resto permanecen deshabitadas y prácticamente vírgenes. Sin embargo, el número de islas habitadas puede variar de veinticuatro a veinticinco si no somos muy exigentes con la naturaleza de sus pobladores, dado que la isla poblada que hace el número veinticinco no tiene ningún residente humano; sus moradores son, simplemente, cerdos.
Esta pequeña isla es conocida como Big Major Cay o, de forma popular, “Pig Beach” y se sitúa en el distrito de Exuma. Comprendo que puede suponer un auténtico esfuerzo mental reemplazar de nuestra imaginación a una algarabía de niños correteando por la playa, a bellas jóvenes que pasean junto a las aguas o a musculosos chicos subidos a una tabla de surf por una colonia de cerdos que se solazan en esta diminuta isla. Pero, aunque cueste imaginarlo, no me invento nada y es la pura realidad.
No se sabe a ciencia cierta cómo los cerdos llegaron hasta el lugar y terminaron colonizándolo, aunque diversas hipótesis sostienen que podrían haber sido abandonados en la isla por una embarcación. Sea como fuere, estos cerdos nadadores de las Bahamas se han adaptado perfectamente al entorno y han acabado con el viejo tópico del cerdo que se baña en un lodazal, pues también son capaces de hacerlo en una playa privilegiada.
Los animales han descubierto los beneficios del turismo, explotando su isla de igual forma que lo haríamos los Homo sapiens, por lo que saben sacar partido a las embarcaciones turísticas que se acercan hasta Pig Beach para visitarles. Cuando un barco cargado de turistas se aproxima, los cerdos se sumergen en las aguas y comienzan a nadar hacia la embarcación con el objeto de divertir a los turistas y, cómo no, obtener sus ganancias en forma de comida.
Si alguna vez tenéis la ocasión de viajar a las Bahamas y estáis cansados de las repetitivas gracias de los simpáticos delfines y otros animales acuáticos, tratad de hacer una visita a Pig Beach. No vais a encontrar un hotel para alojaros, aunque sí una de las más cálidas bienvenidas que puede recibir un viajero cuando llega por primera vez a un lugar.