Situación: En el estado federado de Veracruz, uno
200 kilómetros al nordeste de Ciudad
de México, junto a Poza Rica.

Patrimonio de la
Humanidad desde: 1992.


Durante más de quinientos años la espesa selva mantuvo oculta esta misteriosa ciudad. Tras su descubrimiento transcurrieron aún ciento cincuenta años antes de que se iniciaran las excavaciones sistemáticas. Actualmente, las ruinas de El Tajín, en la costa del golfo de México, se consideran uno de los recintos sagrados de los totonacas y los huaxtecas mejor conservados de la época precolombina. Las canchas del ritual juego de la pelota, decoradas con bajorrelieves muy ilustrativos, así como la pirámide de los Nichos, son los principales atractivos de esta ciudad dedicadla dios de los relámpagos y los ciclones.

En 1785, en plena selva costera del golfo de México, el español Diego Ruiz descubrió casualmente las ruinas de los templos de El Tajín, cubiertas por la espesa vegetación. De este modo, puso fin a los más de quinientos años de letargo en que había estado sumida esta ciudad precolombina.

Pero la inaccesibilidad del lugar, las serpientes venenosas y las legiones de insectos dificultaron las labores de los científicos, rodeando a esta ciudad fantasma del aura de misterio que todavía conserva.

Tuvieron que transcurrir aún más de cien años antes de que, a partir de 1934, se iniciaran las excavaciones sistemáticas.

A causa del apartado y difícilmente accesible emplazamiento de la ciudad, que obligó a postergar el inicio de las labores de exploración y reconstrucción, se utilizaron sistemas más modernos que en otras excavaciones como, por ejemplo, la de Teotihuacán. Se evitaron así lis destrozos cometidos, aun con la mejor voluntad, en esta última ciudad precolombina.

Dado que hasta ahora únicamente se ha puesto al descubierto la zona ceremonial (alrededor de la décima parte del recinto total) y que los trabajos están en plena marcha todavía los expertos no cesan de obtener nuevos datos. Así, por ejemplo, se creyó en un principio que la ciudad había sido construida por los totonacas, pueblos que la habitaba cuando llegaron los españoles; pero más tarde se atribuyó su origen a los huaxtecas, emparentados con los mayas. La misma incertidumbre preside la fecha de fundación de la ciiudad, inicialmente datada hacia el año 200 d. De C., aunque ahora se cree que las actividades arquitetónicas se desarrollaron entre los años 800 y 1200. Con ello El Tajín vendría a cubrir, precisamente, el vacío comprendido entre el ocaso de Teotihuacan y la época de esplendor de la capital azteca de Tenochtitlán. En todo caso, esta ciudad totonaca, que en sus últimos tiempos también muestra influencias toltecas, fue destruida y abandonada alrededor del año 1200.

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