Mazunte, paraíso de la costa oaxaqueña

A la llegada, se abre en el panorama una inmensidad azul rey, que pinta hasta el horizonte como un cuadro de Van Gogh.

Este es el nirvana para pasar un fin de semana idílico, lejos del mundo acelerado.

Llega al encantador hotel Casa Pan de Miel (www.casapandemiel.com), donde te recibe la duen?a, Anne. Aqui? te sientes en familia, en tu hogar. La palapa, las exquisitas habitaciones y la piscina ofrecen una vista soberbia sobre la costa, donde las montan?as invaden el mar y las olas asaltan las rocas, mientras los peli?canos vigilan el paci?fico escenario.

Al bajar a la playa, encuentras una pequen?a bahi?a donde los pescadores dejan sus lanchas descansando sobre la arena, palmas de coco y restaurantes en la playa. Te puedes instalar en Cielito Lindo para comer, o en Punta Placer para disfrutar de la pesca del di?a, un pequen?o hotel donde la arena es la continuacio?n del jardi?n. Vale la pena caminar a lo largo de la playa, dejando la pequen?a bahi?a marcada por La Termita (www.posadalatermita.com), un hotel de hechizo que conquista por su emplazamiento en la playa. La playa larga te lleva hasta un pen?o?n, pasando por el adorable hotel Un Suen?o (www.unsueno.com) con casitas de techo de palma en la arena y donde puedes disfrutar de las hamacas. Desde el pen?o?n que cierra ese parai?so en la parte Esta vista es magni?fica, un golpe de soberbia felicidad que deslumbra los ojos y llena el alma.

El mar brilla como ri?o de plata y a veces se forma esa fosforescencia que impresiona. Despertar temprano es el secreto del enamoramiento y de los colores pa?lidos del amanecer, la paz del horizonte o la frescura de la arena mojada. Tienes que estar a las siete y media de la man?ana con uno de los pescadores para que te lleve a un paseo en lancha por el mar. Lo primero es enfrentar las olas y siguiendo la costa, admiras los acantilados y las montan?as oaxaquen?as que dominan en el fondo, alcanzas la isla blanca, hogar de varias colonias de pa?jaros como peli?canos, boobies de patas grises, fragatas y gaviotas. La isla es blanca por culpa del guano. La lancha se adentra en el mar, seguida por unos delfines que brincan junto a la lancha, para luego pasar por debajo. Varias tortugas nadan en esas aguas y el pescador atrapa una para que puedas nadar con ella, abraza?ndola. Es un paseo hermoso con la belleza del mar como escenario, enmarcado por la costa y las montan?as.

Al pasar por Punta Cometa, la punta ma?s al sur del continente norteamericano, descubres la hermosa y desolada playa Mermejita con sus fuertes olas y su lado salvaje. Finalmente, siguiendo el acantilado, la larga playa de Ventanilla donde se encuentra un manglar con una laguna. Al regresar, la lancha se detiene a un lado de Punta Cometa para bucear en un festi?n de colores y formas. Pasas frente a la
bahi?a de Mazunte, alojada entre punta cometa y la pequen?a punta, donde te espera Casa Pan de Miel.

En la tarde, cuando baja un poco la luz, es el momento ideal para visitar Ventanilla, una larga playa de arena fina y olas amenazantes. La carretera llega a la aldea que tiene 25 familias comprometidas a trabajar para mantener la vida del manglar y conservar su biodiversidad. Junto a las lanchas encuentras los primeros cocodrilos, iguanas y garzas. Aqui? hay un vivero creado para la reforestacio?n del manglar. Tambie?n puedes participar a la proteccio?n de la tortuga recorriendo con los aldeanos la playa de noche.

Para cenar, hay varias opciones muy buenas: El Armadillo sirve pescado del di?a en una fusio?n mexicana-francesa, que resulta en sabores exquisitos; El Copal, en Mermejita, con una hermosa vista sobre el mar; El Alquimista, en Zipolite; o Casa Bichu, en Puerto A?ngel. Para cenar directamente en Mazunte, visita la posada El Arquitecto.
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